El peor año de Neymar en la Seleçao

Neymar no vive su mejor momento con Brasil

Neymar no vive su mejor momento con Brasil / sport

Joaquim Piera

Neymar Jr. termina el 2017 con sus peores registros goleadores en la Seleçao y cuestionado por la prensa de su país.

Desde que debutó con la canarinha en agosto de 2010, con la condición de 'menino prodígio', nunca cerró un año en Brasil con una media realizadora tan baja. 

En este 2017, en que ha dejado traumáticamente el Barcelona, Ney solo ha visto visto puerta tres veces en ocho actuaciones con una media de 0,37 dianas por encuentro. Solo en 2010, había marcado menos goles: uno, el día de su debut, en dos encuentros. 

En 2014 alcanzó su cénit goleador con la canarinha (15 goles en 14 encuentros, con una media 1,07 tantos). Después, bajó en picado su efectividad goleadora: en 2015, 4 dianas en 9 apariciones (media de 0,44); en 2016 fueron 4 en 6 encuentros (media de 0,66); y ahora, en 2017, 3 en 8 partidos (media de 0,37).

Algo parecido ocurrió en el Barça. Tocó techo la temporada 2014-2015, la del Triplete, con 39 goles en 51 partidos (media de 0,76); en la 2015-2016, fueron 31 tantos en 49 encuentros (media de 0,63), y su último año en blaugrana, la temporada 2016-17 empeoró sus registros con 20 dianas en 45 partidos (media de 0,44).

Estos últimos registros fueron muy parecidos a la campaña de su debut, la 2013-14, con el Tata Martino en el banquillo, con 15 goles en 41 encuentros (media de 0,37). La involución, pues, es incuestionable.

LO CRITICAN POR INDIVIDUALISTA

En esta última convocatoria, Neymar monopolizó la atención por sus lágrimas de cocodrilo, cuando reclamó que la prensa (se entendió que era la francesa) lo dejase en paz y no especulase más con su mala relación con Edinson Cavani y Unai Emery. En campo, marcó un gol de penalti (falló otro) en la goleada contra Japón (3-1) y pasó en blanco en el decepcionante 0-0 contra Inglaterra, en Wembley. 

La versión PSG de Neymar sigue preocupando en Brasil, donde ya se ha convertido en un debate nacional, su individualismo, sus ganas de resolver solo las jugadas y la falta de interpretación colectiva del juego.

Actualmente, Ney es más parecido al regateador que surgió en el Santos FC, que quería resolverlo todo, como si no le hubiera agredado nada su paso por el FC Barcelona