Vuelve el mítico club

De Pelé y Beckenbauer... al regreso del Cosmos en Segunda

Sin figuras y sin el poder económico de hace tres décadas el Cosmos, el popular club neoyorquino, reaparece 

Stam Simmons | Los Ángeles

Casi tres décadas después de jugar su último partido, en 1984, el Cosmos vuelve a las canchas. Será el sábado contra el Fort Lauderdale Strikers en la segunda categoría del fútbol estadounidense, la North America Soccer League, donde plantará su semilla para su vuelta a la élite.

Sin estrellas y con un largo camino por recorrer, el primer club que confeccionó su plantilla a golpe de talonario -como hoy hacen jeques y oligarcas rusos en Europa- vuelve sin hacer ruido. Y eso que Pelé es su presidente de honor, Carlos Alberto su embajador y Eric Cantona el director de fútbol. Pero nadie duda de que en el futuro abrazará la MLS. "La marca Cosmos es lo suficientemente fuerte para despertar el interés de la gente. Lo más importante ya lo tenemos y eso es el nombre de Cosmos y el nombre de Pelé", afirma Marcos Senna, el ex del Villarreal, que a sus 37 años está considerado como el jugador de más cartel de la plantilla.

Al Cosmos 2.0, como en algunos medios se conoce el nuevo proyecto del club neoyorquino, lo dirige el venezolano Giovanni Savarese. Exjugador de varias franquicias de la MLS, tiene que hacer encaje de bolillos para comunicarse con sus jugadores. Lo hace en inglés y en español, pero en el vestuario se habla una docena de idiomas: italiano, portugués, japonés, búlgaro... Pero hay jugadores locales en la plantilla, de Nueva York mismo, como el defensa Hunter Gorskie. "Jugar en el Cosmos significa el mundo. Estás jugando en un club en el que lo hizo Pelé. El equipo se ha reunido con Pelé y ha dejado claro que existe una conexión entre los dos. Tuvimos un pasado increíble y ahora nos toca a nosotros recoger el testigo e intentar llevar al club a lo más alto".

Ahora falta por ver qué respuesta va a encontrar el equipo, que juega en la misma ciudad que el New York Red Bulls de Thierry Henry. Hace tres décadas todo era glamour y no era raro ver en la tribuna a Mick Jagger, Steven Spielberg, Robert Redford o Henry Kissinger.