Nadie quiso perderse la final

El City acudió con su plana mayor, así como su con CEO, Ferran Soriano y su director deportivo, Txiki Begiristain

El estadio Ataturk fue ayer el epicentro del fútbol mundial en el que se vivió un espectáculo dentro y fuera del terreno de juego

El presidente de los EAU, Mohamed bin Zayed al-Nahayan; el propietario del City, Mansour bin Zayed; el presidente del City, Khaldoon al-Mubarak y el CEO del equipo inglés, Ferran Soriano

El presidente de los EAU, Mohamed bin Zayed al-Nahayan; el propietario del City, Mansour bin Zayed; el presidente del City, Khaldoon al-Mubarak y el CEO del equipo inglés, Ferran Soriano / AFP

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Una final de la Champions League es mucho más que un partido. Anoche quedó reflejado en el ambiente y colorido que se vivió en las gradas del estadio Ataturk, en el espectáculo pirotécnico y musical con el que se abrió el partido y en el ‘overboking’ de personalidades. Nadie quiso perderse la final.

La jornada empezó a todo ritmo. Fuegos artificiales y actuaciones de Burna Boy (cantante nigeriano) y Anitta (brasileña) para generar la atmósfera ideal. Fue entonces cuando las autoridades empezaron a ocupar sus localidades en el palco. Y quedó patente, por la seguridad que se apreció, que los inquilinos de la zona noble eran ‘pesos pesados’.

Destacó la presencia del presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, y el de los Emiratos Árabes Unidos, Mohamed bin Zayed al-Nahayan. En representación del Manchester City estuvo su plana mayor: Mansour bin Zayed, propietario de la entidad desde septiembre de 2008 y que, por segunda vez, presenció un partido de los ‘citizens’. Hacía 13 años que no acudía a un evento deportivo de su equipo y ayer lo hizo luciendo una bufanda blanquiazul. Tampoco faltó Khaldoon al-Mubarak, presidente del City. Entre los representantes del equipo inglés también estaban su CEO, Ferran Soriano, y su director deportivo, Txiki Begiristain, ambos con pasado azulgrana.

Leyendas

El Inter, por su parte, estuvo representado por su presidente, el empresario chino Steven Zhang, y su director deportivo, Beppe Morata. El equipo lombardo invitó a los campeones de 2010 (2-0 contra el Bayern Múnich en el Bernabéu). Acudieron, entre otros, Balotelli, Kaká, Julio César, Cambiasso, Lúcio... También se dieron cita leyendas del ‘calcio’ como Fabio Capello o Alessandro Del Piero. Tampoco se perdieron la histórica cita los presidentes de la FIFA y de la UEFA, Gianni Infantino y Aleksander Ceferin, respectivamente.