Historia Sport

Joe Jordan: El 'animal' que sobrevivió al Camp Nou

En 1975 le partió la ceja a Sadurni, se peleó con Migueli... y eliminó al Barça. Ese es el señor que agarró Gattuso

Jordi Blanco

Cualquiera que pudiera ver a Gattuso agarrando del cuello a un señor mayor, delgado, calvo y con gafas en la banda de San Siro, probablemente, sentiría pena por ese 'desconocido' personaje. Al saber de quien se trata, seguro, esa pena es menos. Y es que Joe Jordan, conocido como 'Jaws', un apelativo referido a sus dientes, o a la falta de ellos, era un futbolista de lo más peculiar hace algunas décadas, que tiene el record de disputar tres mundiales consecutivos con Escocia (1974, 1978 y 1982) y que forma parte de la historia, lejana, del Barça.

Jordan formaba tripleta de ataque del Leeds United con Clarke y Lorimer la temporada en que la Copa de Europa emparejó en las semifinales al conjunto inglés con el Barça de Johan Cruyff. El partido de ida, en Elland Road, terminó con victoria del Leeds por 2-1 el nueve de abril de 1975 y aquella tarde el barcelonismo descubrió al tal Jordan cuando vio como le partía de un zapatazo la ceja a Sadurní sin importarle que el legendario portero del Barça, hubiera atrapado ya un balón. No fue, por cierto, amonestado.

La vuelta es recordada aún por los veteranos aficionados barcelonistas como una de las noches más tristes de Sant Jordi. Aquel 23 de abril de 1975 el Leeds se llevó un empate (1-1) del Camp Nou que eliminó al Barça en esa semifinal. El tal Jordan, este señor mayor, calvo y con gafas, se encaró con Migueli apenas empezar el partido... y lo disputó entero con su camiseta blanca ensangrentada del golpe recibido por el ceutí, con el que se las tuvo a lo largo y ancho del césped durante esos noventa minutos que apartaron al Barça de la final que acabaría ganando el Bayern al Leeds en el Parque de los Príncipes.

De Joe Jordan dijo Redknapp que no temía a Gattuso. Probablemente, el italiano, malcarado y lamentable, sí debería temer la leyenda del tipo al que se encaró, capaz de pelearse con su sombra en sus buenos tiempos y que hace 36 años se cruzó, y peleó, con el Barça de mala manera. Quizá no haya que sentir tanta pena por el señor mayor, calvo y con gafas...