MANCHESTER

Guardiola-Mourinho: el pulso se traslada a Manchester

El fichaje, esperado desde hace meses, de Mourinho por el Manchester United devolverá su enfrentamiento con Guardiola al primer plano... Pero esta vez serán, casi, vecinos

Jordi Blanco

Guardiola y Mourinho otra vez frente a frente. El fichaje del entrenador portugués por el Manchester United recolocó a la ciudad del norte de Inglaterra en el primer plano del fútbol mundial. Regresa el morbo.

Solo seis kilómetros separan Old Trafford del City of Manchester Stadium y apenas 20, media hora, la ciudad deportiva del Manchester City de Carrington, donde tiene su sede deportiva el United. Esa será la distancia que a partir de la próxima temporada separará el día a día de los dos entrenadores más mediáticos del fútbol europeo.

Falta por saber, claro, si este morbo alcanzará hasta su vida personal en lo que a su residencia se refiere por cuanto media hora al sur del centro de Manchesteren Alderley Edge, se concentra el mayor lujo del condado, donde viven la mayor parte de cracks de los dos clubs, y de otros equipos también, y donde no sería extraño, al contrario, que aconsejaran a ambos instalarse.

"Es más difícil que no se vean a que sí se encuentren" se apuesta, dando por hecho que es tan lógico que acudan con sus familias a comer o cenar al centro de la ciudad en el restaurante San Carlo, donde acuden habitualmente futbolistas y entrenadores de los dos equipos, o que se puedan ver paseando por el Self Ridges, el gran centro comercial de Manchester donde se encuentran todos los artículos de lujo.

No sería extraño que saliendo de ese centro comercial se encontrasen también con Txiki Begiristain, quien tiene al lado su domicilio, allí donde vivió un año Mario Balotelli... Antes de instalarse en un chalet de lujo en el que acabó provocando un recordado incendio.

También podrían encontrarse en el restaurante Rosso, propiedad de Rio Ferdinand, aunque a este establecimiento no suelen acudir personajes relacionados con el City. Sí, en cambio, lo harían en el Marriot, entre el aeropuerto y Alderley Edge, cuyo restaurante, también de la marca San Carlo, es mucho más privado que el de la ciudad.

Casi cuatro meses después de que se hiciera oficial el fichaje de Guardiola por el Manchester City se confirmó la noticia más esperada, silenciada desde Old Trafford y que provocó toda clase de rumores. El United conquistó la FA Cup el sábado derrotando al Crystal Palace y al cabo de dos días anunció el despido de Van Gaal para dejar vía libre ya de forma definitiva a Mou.

LA NUEVA BATALLA

Entre la diversidad de reportes que se han repetido en los últimos meses, se puede considerar que el Manchester City pondrá a disposición de Guardiola cerca de 300 millones de euros para cambiar la personalidad del equipo citizen; una cifra que se estima por encima de lo que se publicó en los últimos días podrá invertir Mourinho, y que se cifró en 200 millones para reforzar a los diablos rojos.

Alrededor del City se manejan listas tan amplias de fichajes como se rumorea ya en el entorno del United, al que Mou deberá trasladar con urgencia su carácter ganador. Se distingue la forma pero se persigue lo mismo. El fútbol de combinación, de toque y en ocasiones melancólico que ha dado 21 títulos en siete temporadas a Guardiola enfrentado a un fútbol también estudiado hasta el detalle pero rodeado de mucho más ruido.

En sus tres últimos veranos al mando del Chelsea el técnico luso gastó 358,5 millones para reforzar al equipo blue, mientras que Pep invirtió un total de 203 millones en la plantilla del Bayern Múnich, cifras que, a la vista de lo que se maneja en Inglaterra serán superadas en la aventura que ambos están a punto de comenzar.

Si desde el Real Madrid se mira constantemente hacia el Camp Nou en la misma medida que desde el Barça se está pendiente del Bernabéu, la rivalidad entre los dos entrenadores, que vivió su último capítulo con una irónica respuesta del portugués durante una entrevista, devolverá al plano sus diferencias irreconciliables.

Lo curioso es que parecen funcionar sincronizados. Su reencuentro en Manchester comenzó a estar en el plano en Navidad porque si Mourinho fue despedido por el Chelsea el 17 de diciembre de 2015, solo tres días después se conoció oficialmente que Guardiola abandonaría el Bayern a la conclusión de la temporada.

Y por más que se relacionó a uno y otro con no pocos clubs, el destino parecía estar escrito.

Casi veinte años después de una noche en San Mamés, cuando Guardiola Mourinho jugaban en el mismo bando, sus caminos se reencontrarán en el norte de Inglaterra.

Enemigos íntimos y probablemente irreconciliables, Manchester tomará el testigo de su rivalidad.