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FÚTBOL INTERNACIONAL

Gérard López, el empresario que está a punto de hacer desaparecer al Boavista

El histórico del fútbol luso, relegado a la última división de Portugal, corre el riesgo de ser borrado del mapa tras dos derrotas por incomparecencia

Gérard López, empresario español-luxemburgués

Gérard López, empresario español-luxemburgués / X

Clàudia Espinosa

Clàudia Espinosa

Portugal está a punto de despedir a uno de los históricos de su fútbol. El Boavista, campeón luso en 2001, está en caída libre. Al borde de la desaparición. Relegado a Segunda División como colista - con 24 puntos - y asfixiado por una deuda económica terrible, no solo no pudo inscribirse en la categoría plata del fútbol portugués, sino tampoco en Tercera ni Cuarta División. Y cayó hasta el quinto escalón del fútbol portugués, una competición amateur y por distritos.

Una entidad con 122 años de historia que anunció en verano su liquidación y corre el riesgo de ser borrada definitivamente del mapa. "En un momento crítico y decisivo en la historia del club, la ciudad y el deporte en Portugal, es importante aclarar que la liquidación deliberada no significa el fin del Boavista Futebol Clube", iniciaba el comunicado oficial del club publicado el pasado mes de julio.

"El Boavista se enfrenta al mayor reto de su historia, pero tiene futuro y viabilidad. La unidad de toda la afición boavista es ahora aún más esencial para un objetivo común: preservar el patrimonio que nos permitirá cumplir nuestros compromisos, asegurar la recuperación y seguir promoviendo el deporte", incidía. La situación, sin embargo, parece irrevocable.

El único club, junto con el Belenenses, capaz de plantar cara a la hegemonía de los tres grandes del fútbol luso - Porto, Benfica y Sporting CP - está donde está por culpa de la pésima gestión administrativa de Gérard López, empresario español-luxemburgués.

Un peligro para el fútbol

Remontémonos a octubre de 2020. La directiva del Boavista dio luz verde a la entrada como accionista mayoritario del grupo inversor Mangrove Capital Partners, propiedad de Gérard López, nacido en Luxemburgo e hijo de emigrantes gallegos. López, antaño presidente del equipo Lotus de la Fórmula 1, era también propietario del Royal Excel Mouscron belga, club que desaparecería dos años después con él a la cabeza.

El Boavista, descendido por insolvencia económica

El Boavista, descendido por insolvencia económica / EFE

Sí que triunfó en un Lille del que fue propietario, pese a no terminar de abonar su deuda completa de 225 millones de euros: ganó la Ligue 1 en 2021, pero vendió el club norteño a un fondo con sede en Luxemburgo que se hizo cargo de una deuda tasada en 123 millones.

Ese mismo año, en 2021, adquirió el Girondins de Bordeaux, un histórico del fútbol francés inmerso en una delicada situación económica que López no sería capaz de revertir. Así, cayó a la Cuarta División... y evitó su desaparición este mismo verano después de que el Tribunal de Comercio de la ciudad aprobara el plan de continuidad presentado Gérard López.

Zinedine Zidane estuvo en el Girondins antes de fichar por la Juventus

Zinedine Zidane estuvo en el Girondins antes de fichar por la Juventus / X

Una situación delicada

En el club con sede en Porto se vive una situación excepcional desde hace tres años. Solo podía inscribir a nuevos jugadores que procediesen de la cantera tras haber recibido una sanción de cinco ventanas de fichajes por parte de la FIFA debido a “irregularidades financieras”.

En enero cumplió con dicha sanción e intentó incorporar a agentes libres. Así, la entidad blanquinegra firmó a nueve jugadores, entre ellos Tomas Vaclik, exguardameta del Sevilla, o Kurzawa, exlateral del PSG. Y en abril apostó por la llegada del técnico Stuart Baxter para reconducir la situación de un equipo que rozaba el descenso. Pero no lo logró.

Gerard López, empresario español nacido en Luxemburgo, propietario del Girondins de Burdeos, equipo al borde de la desaparición.

Gerard López, empresario español nacido en Luxemburgo, propietario del Girondins de Burdeos, equipo al borde de la desaparición. / GIRONDINS DE BURDEOS

Las deudas continuaron acrecentándose durante el curso y en abril sufrió cortes de luz en su estadio por retrasarse en los pagos. Y el club no tuvo más remedio que a Esmoriz para entrenar, una localidad que se encuentra a más de 25 km de Porto.

La suspensión del partido contra el Ventura SC, programado para este miércoles a las 20:00h, fue la gota que colmó el vaso. El Boavista no había podido inscribir a suficientes jugadores para disputar el choque y pierde, por segunda vez consecutiva, un partido por incomparecencia.

El caso se remitirá al Consejo de Disciplina de la AF Porto, cuyo reglamento especifica que "la ausencia injustificada a dos partidos oficiales consecutivos o tres partidos intercalados se sanciona de acuerdo con lo dispuesto en el apartado 2 del artículo 46". Un castigo que podría conllevar el descenso. Y, para el Boavista, la desaparición del club.