Fabio Coentrao, sancionado un año después de su retirada

El exfutbolista del Real Madrid ha sido castigado por la Federación de Portugal con una multa de 850 euros por 'lesiones y delitos contra la reputación'

Los hechos penados se produjeron al final del partido disputado en 2021 entre el Río Ave, su último equipo, y el Boavista

Coentrao con Florentino Pérez

Coentrao con Florentino Pérez / sport

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Fabio Coentrao ha vuelto a aparecer en escena cuando se cumple un año desde que decidió colgar las botas. El que fuera futbolista del Real Madrid ha sido sancionado y suspendido por la Federación Portuguesa de Fútbol por los hechos en forma de insultos que tuvieron lugar en el partido entre Río Ave y Boavista en abril de 2021. El portugués deberá abonar la cantidad de 850 euros por 'lesiones y delitos contra la reputación'.

Coentrao abandonó definitivamente la práctica del fútbol hace 15 meses, pero este hecho no le ha eximido de la pena. "El hecho de que un determinado agente deportivo haya cesado en el desempeño de estas funciones no extingue la posibilidad de su responsabilidad disciplinaria por las faltas que haya cometido", decía el dictamen de la audiencia.

El exfutbolista abandonó definitivamente el Real Madrid en 2018, año en el que se marchó gratis al Rio Ave. El conjunto portugués fue su primer club profesional y el lugar donde se formó hasta ganarse su traspaso al Benfica en 2007. Años después de su debut en la élite, y tras colgar las botas, su deber actual es el de la pesca.

El portugués vive alejado del fútbol (aunque deberá pagar por esta multa tras confirmarse la sanción) y es jefe y pescador de un barco. Él mismo confirmó que su vida es 'el mar y la pesca', y que su felicidad depende de su embarcación. "Sabía que el fútbol terminaría algún día y que debería tomar una nueva dirección en mi vida", confirmó en una entrevista a 'Empower Brands'.

Su nombre apareció recientemente en los medios tras la publicación de los 'audios' de Florentino Pérez. En uno de ellos el presidente del Real Madrid se centraba en el portugués, al que llamaba 'tolili' y 'subnormal'.