El día que Mourinho se escondió en el cesto de la ropa sucia para esquivar a la UEFA

El en aquel entonces entrenador del Chelsea, fue sancionado en un encuentro de Champions de la 04-05, pero decidió entrar a los vestuarios de todas formas

Dicha sanción se produjo en los octavos de final frente al Barça. El técnico del conjunto blue acusó al árbitro de confabular con Rijkaard durante el descanso

mourinho

José Mourinho en su etapa como técnico del Real Madrid / EFE

Roger Güell

José Mourinho protagonizó uno de los episodios de la serie “Cuadernos de entrenador” de Netflix donde desveló una anécdota que no dejará indiferente a nadie.

Contexto

Corría la temporada 2004-05. El Chelsea se había clasificado para los cuartos de final de la Champions League tras haber eliminado al Barça de Frank Rijkaard en los octavos.

En el primero de los encuentros entre azulgranas y blues, disputado en el Camp Nou, Mourinho fue expulsado por decir que el técnico holandés y el árbitro habían confabulado durante la media parte para que las decisiones favorecieran al equipo local, la sanción fue de dos partidos. El conjunto londinense perdió aquél partido, pero remontó en Stamford Bridge.

La anécdota

La siguiente ronda sería frente a otro rival complicadísimo, el Bayern de Múnich. La primera manga se jugaría en Londres y ‘Mou’ solamente podría presenciar el partido desde la grada a causa del partido de sanción que acarreaba.

Según el propio entrenador, sintió que los jugadores le necesitaban a su lado, por lo que decidió romper las reglas y entrar al vestuario de todas formas. Para ello, urdió un plan ‘sin fisuras’: Entraría al estadio mucho antes que cualquier otra persona y saldría después de que todos ya hubieran regresado a sus casas. Aun así, algo falló. Las cámaras no captaron al míster en el palco ni tampoco entre el resto de aficionados, por lo que dos responsables de la UEFA se personaron en los vestuarios.

Con el escaso tiempo que tenía para reaccionar, optó por esconderse dentro del cesto o en este caso la caja metálica de la ropa sucia. Para más seguridad, el utillero del equipo cerró la tapa y se lo llevó a la lavandería. Para el entrenador, ese trayecto de dos minutos pasó como si hubieron transcurrido "tres largas horas" y asegura que por culpa de aquello se volvió un poco claustrofóbico.

Finalmente, se salió con la suya y nadie fue capaz de descubrirlo.

¿Qué pasó después?

Más de quince años después, Mourinho declaró estar arrepentido por haberse saltado las normas, pero orgulloso de haberlo hecho por ese equipo a los que él consideraba como una familia.

El camino del Chelsea en esa Liga de Campeones se terminó en la semifinal, tras caer eliminado ante el Liverpool, equipo que posteriormente ganaría una de las finales más bellas que se recuerdan, en Estambul frente al Milan, la cual acabó en los penaltis tras un resultado de 3 a 3.