Más de un centenar de muertos en una nueva oleada de atentados en París

París volvió a vivir una noche negra y dolorosa. Lo que empezó como una explosión cerca del Stade de France, donde se disputaba el Francia-Alemania, acabó en un drama que dejó más de un centenar de muertos.

Minutos antes del descanso de dicho partido, se escuchó una explosión cerca del Stade de France que provocó cinco muertos. En ella fallecieron dos terroristas suicidas y tres víctimas más. Al conocerse la noticia, el presidente francés, François Hollande, fue evacuado inmediatamente del estadio.

Para no crear más pánico, el partido amistoso se reanudó en la segunda mitad sin ninguna anormalidad, sin que ni siquiera los jugadores supieran nada de lo que estaba sucediendo.

Sí conocieron los espectadores, al término del partido, que lo que había ocurrido era uno de los episodios terroristas que se estaban viviendo en la ciudad de París. Para refugiarse, los asistentes al Stade de France bajaron al césped, donde estuvieron hasta que se abrieron tres puertas -se anunció por megafonía- para iniciar la evacuación.

Este ataque coincidió con otros cinco ataques terroristas más en París que dejaron más de un centenar de muertos, la mayoría de ellos en la sala Bataclan, donde alrededor de la 1:15h de la madrugada hubo un asalto policial para abatir a los terroristas que se encontraban en ella. 

A falta de confirmar definitivamente el número de fallecidos en el recinto de conciertos, las autoridades francesas informaron que había habido 18 muertos en el ataque en la calle Charonne, 14 en los dos restaurantes atacados de la calle Alibert, 5 en un bar de Fontaine-au-Roi y uno en el bulevar Voltaire.

En una comparecencia de urgencia, François Hollande declaró el estado de emergencia a todo un país que cerró fronteras. Más de 200 soldados tomaron las calles de París y la Policía aconsejó a los ciudadanos no salir de casa.