El complicadísimo escenario que espera al 'Mono' Burgos en su debut como técnico

El que fuera mano derecha de Simeone en el Atlético se encontrará con una sociedad y un fútbol muy diferentes a los que dejó al marcharse

Futbolísticamente, Newell's atraviesa una etapa muy opaca. No ha ganado desde que empezó 2021, con seis derrotas y un empate

El Mono posa con la camiseta de Newell's

El Mono posa con la camiseta de Newell's / EFE

Vero Brunati

Vero Brunati

Germán Burgos, el Mono, debutará este viernes como entrenador de Primera División en el Newell's Old Boys de Rosario, el club que conoció las gambetas y goles iniciales de Lionel Messi, y del cual es hincha el capitán del Barça. Todo un desafío para alguien que solo vivió en su país natal durante unos pocos meses de los últimos 22 años y que se encontrará con una sociedad y un fútbol muy diferentes a los que dejó al marcharse.

El día que decidió separar su camino del de Diego Simeone, con quien trabajó casi toda su carrera como director técnico (exceptuando solo su experiencia original en el Real Carabanchel, en la Tercera división madrileña), el ex portero del Mallorca y el Atlético de Madrid sabía que le esperaba un camino áspero. En su momento se ilusionó con arrancarlo en España. Incluso eligió como ayudantes principales a Armando de la Morena y Ángel Puebla, hombres de extensa trayectoria en La Liga y ninguna en el Río de la Plata. Pero como las ofertas recibidas no se concretaron comenzó a extender su mirada hacia otros destinos, hasta que lo llamó la Lepra.

Hay razones que hacen del club rosarino un lugar apetecible para comenzar una carrera. La historia, con varios títulos en las vitrinas y una tradición de fútbol bien jugado; el nombre del estadio, Marcelo Bielsa, a quien el propio Burgos reconoce como uno de sus referentes; la hinchada, una de las más numerosas fuera de Buenos Aires. Pero al mismo tiempo existen argumentos para anticipar que se encontrará un escenario plagado de obstáculos.

Futbolísticamente, Newell's atraviesa una etapa muy opaca. No ha ganado desde que empezó 2021, con seis derrotas y un empate, pésimos resultados que son consecuencia de un juego inconexo, muy flojo en ambas áreas y con escaso talento en mitad de campo. El plantel cuenta con algunos nombres rutilantes, pero todos ellos de muy avanzada edad. El ex Atlético Maxi Rodríguez (40 años) es el más destacado de esa nómina. Le acompañan Fernando Belluschi (37), Ignacio Scocco (35), Pablo Pérez (35) y Santiago Gentiletti (36), mucha experiencia pero ya poco aire y demasiados golpes para sostener el duro trajín de una liga que se caracteriza por el choque y la intensidad. Los jóvenes que los rodean garantizan estos aspectos, pero carecen de la calidad que tuvieron cualquiera de los mencionados.

Fuera del campo también le esperan días difíciles al Mono. En una entrevista reciente con el portal Infobae, decía Burgos que para alcanzar el éxito son indispensables “las cuatro patas de la mesa: entrenadores, jugadores, dirigentes y la gente”. En el capítulo directivo, el club está en plena turbulencia preelectoral. Se elegirán nuevas autoridades el 25 de abril, después de un período muy turbio, con un presidente ausente, las cuentas intervenidas por la Justicia y fuertes discusiones entre las múltiples facciones políticas que intentan quedarse con el poder. Y si bien es cierto que todos los candidatos dijeron apoyar al nuevo técnico, son palabras que suele llevarse el viento en cuanto algún resultado se tuerce.

Queda la gente. Desde hace unos años, Rosario ha vuelto a ser una ciudad violenta. Como a principios del siglo XX, cuando era conocida como la Chicago Argentina, la violencia campa en las calles. El narcotráfico ha invadido las diferentes capas sociales y por supuesto, las barras bravas de los grandes clubes no son ajenas a ese triste fenómeno que suma asesinatos y muertes casi a diario. 

En ese contexto, y sin un pasado en el club que le extienda el crédito, llega Burgos a la entidad rojinegra. Su “toque europeo” y su enorme carisma despiertan indudables expectativas. También el hecho de haber sido partícipe importante de la gran campaña del Cholo en el Atlético, pero muy poco se sabe del juego que planteará cuando el balón comience a rodar. 

Además de Bielsa, el Mono cita como aquellos que le dejaron huella a técnicos tan diferentes entre sí como Luis Aragonés, Carlos Griguol y Américo Gallego (curiosamente, no aparece Simeone en la lista). Cuando habla de fútbol hace hincapié en sistemas tácticos, en verbos como presionar, correr, bascular o replegar, y en la capacidad para adaptarse a las necesidades del club donde le toque trabajar. "La idea es formar el equipo y después ustedes irán viendo cómo jugamos”, declaró en su primera charla con la prensa, por lo que habrá que esperar para ir develando las incógnitas sobre la marcha. 

A los 51 años, Germán Burgos siente que ha llegado su momento. Necesitaba dar el paso y probarse de lo que es capaz sin red, sin nadie por delante, siendo el jefe y el responsable final de un equipo de Primera. Newell's le da esa oportunidad. A partir del viernes se sabrá de qué es verdaderamente capaz.