Burnley y Genoa, los incomprendidos de Europa

Burnley y Genoa son los únicos equipos de las grandes ligas europeas con una sola victoria hasta la fecha

Con 14 y 15 puntos respectivamente, ambos necesitan mejorar sus registros para evitar el descenso

El Burnley solo ha podido lograr una victoria en 21 partidos de Premier League | AFP

El Burnley solo ha podido lograr una victoria en 21 partidos de Premier League | AFP / El Burnley solo ha podido lograr una victoria en 21 partidos de Premier League | AFP

Albert Isern

Al Burnley y al Genoa les está tocando vivir la cara más amarga del fútbol. Los conjuntos dirigidos por Sean Dyche y Alexander Blessin, respectivamente, son los únicos equipos de las cinco grandes ligas europeas con un solo triunfo en su casillero en lo que llevamos de temporada. Pese a que los números son paupérrimos, la escasa puntuación de los equipos de la parte baja de la Premier League y la Serie A es el único motivo de esperanza al que ambos clubes se pueden aferrar a estas alturas en su lucha por la salvación.

Una victoria, once empates y nueve derrotas en 21 jornadas de liga. 14 puntos en total. Si bien es cierto que los de Turf Moor han disputado dos partidos menos respecto al rival que marca la permanencia, el Newcastle, la salvación se encuentra a siete puntos. Y ante la dificultad que tienen los Clarets de sacar los partidos adelante, pese a su capacidad de competir bien ante los grandes, la situación es más que preocupante.

El balance del Genoa es todavía más precario, teniendo en cuenta que los italianos han disputado cuatro partidos más que los de Sean Dyche. Un triunfo, doce empates y doce derrotas en 25 partidos del 'Scudetto'. Estos registros permiten sumar tan solo 15 puntos a los de Alexander Blessin, quienes se encuentran a seis puntos de la permanencia, marcada por el Cagliari.

Situaciones tan parecidas como dramáticas en clave deportiva. Burnley y Genoa tienen 17 y 13 partidos por delante, respectivamente, para salir del hoyo que ellos mismos han cavado. Lo cierto es que las dinámicas de los dos equipos en competición doméstica no invitan al optimismo, pero si ambos clubes quieren mantener su estatus en la máxima categoría, tendrán que solventar su falta de productividad ofensiva y cortar la sangría atrás, especialmente en el caso de los italianos. Un reto de altura para dos equipos que necesitan un cambio de rumbo de forma urgente.