Boca y River piden cambiar la fecha de la final de la Copa Libertadores

Daniel Angelici y Rodolfo D'Onofrio se encuentran en una conferencia

Daniel Angelici y Rodolfo D'Onofrio se encuentran en una conferencia / AFP

Ariadna Valls

Boca Juniors y River Plate piden que la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol) cambie la fecha de juego de los dos partidos de la final de la Copa Libertadores. El motivo es porque ambos partidos coinciden con la celebración judía del Shabat. 

La Conmebol fijó para los sábados 10 y 24 de noviembre a las 20:00 h de España los encuentros decisivos del torneo continental, pero tanto Boca como River solicitaron que los partidos se jueguen los domingos 11 y 25 para que los aficionados que profesan el judaísmo puedan asistir a los estadios o ver por televisión los históricos.

"No sé cómo consiguieron nuestros WhatsApp, pero nos están pidiendo que no juguemos el sábado", dijo Angelici, presidente del Boca Juniors, en una entrevista en el canal América TV.

La disputa de los dos 'Superclásicos' argentinos coincide con la festividad del Shabat, que comienza cuando aparece la primera estrella del viernes y finaliza cuando sale la primera del sábado. El Shabat es una celebración de descanso que establece una serie de normas y restricciones para quienes profesan el judaísmo. 

Una de estas restricciones es que no pueden encenderse artefactos eléctricos, como la televisión, por lo que tal y como expresó D'Onofrio, el presidente del River Plate: "El problema es que, directamente, no pueden ir (al partido) ni verlo por televisión". Pese a las declaraciones de los directivos, el pasado sábado jugaron sus partidos de la Superliga argentina en horarios coincidentes con el Shabat.

Los partidos de Copa Libertadores estaban previstos para el 7 y el 28 de noviembre pero fueron reprogramados para que no coincidan con los operativos de seguridad de la cumbre del G-20 que el 30 de noviembre y el 1 de diciembre reunirá en Buenos Aires a presidentes y jefes de Gobierno de la talla de Donald Trump, Vladimir Putin y Xi Jinping.

Angelici y D'Onofrio también coincidieron en que los partidos se jueguen sin público visitante por motivos de seguridad y para garantizar que todos los aficionados y asociados de ambos clubes pueden asistir a los estadios en condición de local.