Historia SPORT

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Armenia sonríe con el fútbol

Caparrós ha logrado que, en medio de un conflicto político con Azerbaiyán, su selección esté líder de su grupo de clasificación para el Mundial de Catar 2022

"El 'Dicen que nunca se rinde' lo llevamos los sevillistas en las venas. Estamos muy contentos por lo conseguido", aseguró el seleccionador armenio

El capitán de la selección de Armenia deja el futbol por la guerra

El capitán de la selección de Armenia dejó el futbol, temporalmente, por la guerra / Google

Albert Gracia

Albert Gracia

"Hay ya bastantes causas reales de conflicto para que además las incrementemos incitando a los jóvenes a darse patadas en las tibias en medio del rugido de los espectadores enfurecidos", rezaba George Orwell cuando le preguntaban por ese fenómeno creciente llamado fútbol. No era muy futbolero el británico. Lo cierto es que todos hemos dado una patada al aire, nos hemos cabreado y, los más pasionales, han llorado por su equipo.

Pero el fútbol, desde que se le puede llamar fútbol, también nos ha servido para evadirnos, olvidarnos, ni que fuera por un instante, de lo que nos come por dentro, de lo realmente importante. Ya lo dicen algunos: es lo más importante de las cosas menos importantes.

En Armenia, el fútbol no va a acabar con un conflicto de más de treinta años con Azerbaiyán que parece haber revivido en las últimas semanas. Pero los aficionados se pudieron sentar ayer delante del sofá y disfrutar de un equipo que está haciendo historia. Ni que sea durante unas horas, mientras el conflicto entre Armenia y Azerbaiyán por la región del Nagorno-Karabaj, anexada a Azerbaiyán durante la disolución de la URSS pero de etnia armenia, continúa imparable. Ambos países consideran suya esa región, ya sea sobre el papel o ideológicamente.

En los dos últimos meses, las cenizas que un día quedaron han cogido llamas y la violencia entre ambos países se ha agravado. Armenia acusa a Azerbaiyán de atacar la población civil de Nagorno-Karabaj. Por ello, habría derribado dos helicópteros militares de Azerbaiyán. Por su parte, Azerbaiyán acusa a Armenia de haber matado a una familia y el país ha anunciado una operación para poner fin a lo que el gobierno azerí conoce como ocupación de su territorio.

Y en medio de ese conflicto, las portadas en Armenia se las ha llevado la selección de fútbol que dirige Joaquín Caparrós. También sirve el deporte como propaganda para 'exhibir' el potencial de un país, más si cabe en una 'guerra' de sentimiento y pertenencia a una nación. Sea como fuere, lo cierto es que ayer Armenia hizo historia en el fútbol se selecciones, logrando ganar los tres primeros partidos de la fase de clasificación para el Mundial de 2022 y metiéndose de lleno en la lucha por estar en Catar, por delante incluso de Alemania. Nunca ha estado, como selección, en una fase final de una cita mundialista.

Una alegría que Caparrós, artífice de los éxitos, no pudo disimular en su Twitter: "El 'Dicen que nunca se rinde' lo llevamos los sevillistas en las venas. Estamos muy contentos por lo conseguido y muy agradecidos por las muestras de cariño de todos los sevillistas". El objetivo es meterse en los playoff para estar en el Mundial, pero que nadie le quite las ganas de soñar a esta selección, que ha sabido sobrevivir incluso sin su gran estrella Mkhitaryan.