Argentina se ahoga sin Messi

Pratto intenta superar a dos jugadores de Bolivia

Pratto intenta superar a dos jugadores de Bolivia / sport

Javier Giraldo

Javier Giraldo

La selección argentina volvió a caer derrotada en la fase de clasificación del Mundial 2018: sin Messi, sancionado por la FIFA, la selección albiceleste cosechó una nueva derrota, en La Paz ante la selección de Bolivia, una de las cenicientas de la fase de clasificación de Sudamérica.

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Clasificación Mundial 2018

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Alineaciones
Bolivia:
Lampe; Bejarano, Ronald Raldes, Zenteno, Flores; Chumacero, Diego Wayar (Campos, min. 84), Raúl Castro; Arce (Justiniano, min. 73), Moreno Martins (Miranda, min. 90+2) y Pablo Escobar.
Argentina:
Sergio Romero; Roncaglia, Musacchio, Funes Mori (Caruzzo, min. 35), Rojo; Enzo Pérez (Acuña, min. 70), Pizarro, Éver Banega, Di María; Correa (Agüero, min. 55) y Lucas Pratto.

Argentina no tuvo a Messi, sancionado horas antes por la FIFA, y acusó el golpe: tampoco tuvo fútbol ni ritmo, ahogada por la exigencia física de jugar a más de 3.600 metros de altitud, y da un paso atrás en sus aspiraciones de clasificarse para el Mundial. Es la cuarta derrota de Argentina en el grupo sudamericano.

Con un equipo más diseñado para sobrevivir que para brillar, Argentina volvió a fracasar en la fase de clasifiación para el Mundial de Rusia. Frente a un rival sin opciones, que solo había ganado a Paraguay y Venezuela, la selección albiceleste no tardó en demostrar que no tendría su día: Bolivia comenzó dominando y acaparando ocasiones de gol frente a la pasividad de los argentinos, ahogados en los 3.600 metros de La Paz.

Bolivia, más acostumbrada a jugar en altitud, comenzó mucho más intensa, dominando el balón y acorralando a Argentina.

El único argumento ofensivo de Argentina fue Di María: suyas fueron las acciones de mayor peligro de la albiceleste en la primera parte. Encargado de lanzar los contragolpes, el jugador del PSG estuvo a punto de adelantar a su equipo en el minuto 28, pero su remate se estrelló en el pecho de Lampe.

Agarrada a la inspiración de Di María, Argentina se estiró poco a poco. Entró en juego Correa y Banega pareció asumir la batuta del partido. En cambio, apenas hubo noticias del delantero centro argentino, Lucas Pratto, inoperante.

un gol inesperado

Sin embargo, el partido cambió de signo en el momento más inesperado. En su peor momento de la primera parte, cuando Argentina empezaba a dominar el partido, Bolivia se adelantó en el marcador.

Lo hizo en una jugada sin peligro aparente, un balón colgado al área por Pablo Escobar y que Arce remató de cabeza, de espaldas a la portería rival. Roncaglia, el jugador del Celta, falló en el marcaje y el remate del jugador boliviano pilló al portero argentino, Sergio Romero, con el paso cambiado y a media salida.

Al equipo de Bauzá le costó enormemente reaccionar al gol de Bolivia: a un ritmo muy lento, Argentina pareció renunciar al fútbol para buscar el empate con disparos de media distancia. Lo intentaron Banega y Roncaglia, pero sin éxito.

En la segunda parte, Argentina salió dispuesta a arreglar el resultado lo antes posible. Bolivia pareció dar un paso atrás, pero como había ocurrido en la primera parte, el gol llegó cuando menos se esperaba. El lateral zurdo boliviano, Flores, progresó sin oposición por su banda para encontrar en posición de remate a Martins, que tuvo tiempo de controlar el balón con calma, libre de marca, antes de batir a Romero, que no estuvo demasiado acertado en su salida.

el recurso del 'kun'

Bauzá reaccionó dando entrada a Agüero y retirando del campo a Correa, pero nada cambió. De hecho, Martins estuvo a punto de marcar el tercero culminando un contragolpe, aunque el rebote de Roncaglia acabó en las manos de Romero.

Acuña sustituyó a Enzo Pérez, en el último intento de Bauzá de corregir el rumbo del partido. Di María volvió a generar otra ocasión de gol, que Pratto no pudo rematar. Acuña lo intentó con un disparo de media distancia y Pratto, buen cabeceador, también erró un remate claro. 

Todos los intentos a la desesperada de Argentina en el tramo final del partido fueron infructusos: el equipo de Bauzá, incapaz de superar el trauma de la sanción a Messi, volvió a capitular.