La RFEF impone un estricto control económico al fútbol femenino

Luis Rubiales posa junto a las jugadoras de la Selección Española

Luis Rubiales posa junto a las jugadoras de la Selección Española / sport

Ramón Fuentes

El pasado 2 de agosto os adelantamos en SPORT el severo control económico que la RFEF ha establecido en los clubes de Segunda B y Tercera recogido en las normas de competición publicadas hace ahora dos semanas. Pues un moldeo muy similar lo ha incluido también en las normas regulatorias del fútbol femenino. Como recoge el mismo documento, este control supone que “los clubs que participen en las categorías de Primera y Segunda RFEF deberán remitir a la misma, a los efectos informativos y de valoración general del estado económico-financiero de cada una de las divisiones y en aras a una mejora de los mecanismos de control y salvaguarda de los intereses de la competición”. Como sucede con Segunda B y Tercera, establece tres plazos de Presentación de datos.

El primero es hasta el 20 de septiembre y donde los clubes femeninos deben presentar una previsión de cierre de cuenta de explotación y balance cerrados a 30 de junio de la temporada 2018/19; junto a un proyecto de presupuesto para la temporada 2019/20. Además deben adjuntar el listado de deudas vencidas pendientes de pago a 30 de junio correspondientes a la temporada 2018/19 y los contratos de trabajo de la plantilla y de los entrenadores. En caso de modificaciones aportar la modificación.

La segunda fecha de control esta fijada antes del 31 de diciembre de 2019 en donde deben enviar el cierre definitivo de la cuenta de explotación de la temporada 2018/19 a 30 de junio de 2019 y el balance definitivo de la temporada 2018/19. El tercer plazo está fijado el 28 de febrero de 2020 donde deberán enviar el estado de las cuentas de explotación a 31de diciembre de 2019 correspondiente al primer semestre de la temporada además del balance cerrado a 31 de diciembre de 2019 correspondiente al primer semestre de la temporada.

Además con carácter mensual o trimestralmente según corresponda deberán reportar a la RFEF la documentación que acredite liquidación de cotizaciones sociales y los impresos de declaración tributaria de IVA e IRPF y aplazamientos. Y en cualquier momento deberán comunicar los nuevos contratos con la plantilla y entrenadores.

Este control económico y estricto de la RFEF se encuentra con la oposición de la Asociación de Clubes Femeninos que lo tienen denunciado ante el CSD a raíz de los Estatutos aprobados por la Asamblea de la RFEF del pasado 10 de junio y que, como reconoció ayer el CSD, está en fase de estudio en el máximo organismo del deporte español. La Asociación considera que la RFEF carece de estas competencias de control.

Y todo esto mientras sigue sin haber un convenio colectivo que regule la situación laboral de las jugadoras de ambas categorías por la falta de acuerdo entre la Asociación de Clubes y la AFE. Han quedado para verse de nuevo en septiembre pero, considerando que la liga arranca el 7 de septiembre, la misma comience sin estar reguladas las condiciones laborales de las futbolistas.