La Primera División femenina sigue sin fecha de inicio

La decisión hecha pública ayer por el CSD reconociendo que no ha existido acuerdo en el protocolo sanitario para el deporte no profesional, tiene una víctima inmediata. Se trata de la liga femenina de fútbol y en concreto de su Primera División.

Porque esta falta de protocolo afecta a las fechas que tenían previstas los 18 clubes de Primera División y respondiendo a la necesidad impuesta por la RFEF de que la fecha de inicio sea fijado por unanimidad por todos los clubes de la categoría.

Todos ellos ya coincidían en dos fechas posibles para el regreso de la competición. Se trata del 4 y 11 de octubre, además de una tercera como última opción del 18 del mismo mes y propuesta por la propia Federación.

Pero para poder arrancar en estas dos primeras fechas era condición indispensable la existencia de un protocolo sanitario. Porque es la exigencia que requiere el Rayo Vallecano femenino para volver a los entrenamientos. Sin protocolo que le arrope, el club Vallecano no está dispuesto a regresar a la actividad. Y desde la fecha de regreso hay que sumar un mes, como ya acordó la RFEF con las territoriales, como el tiempo mínimo de puesta a punto antes del regreso de la competición.

Así pues, la realidad a día de hoy es que sin acuerdo en este protocolo y siendo ahora la RFEF quien debe elaborarlo, o desde el estamento federativo se actúa con celeridad o será realmente difícil que se cumplan las previsiones porque la RFEF debería tener diseñado un protocolo en los próximos días que asegure el regreso del Rayo Vallecano a los entrenamientos y, como consecuencia, el comienzo de la competición justo dentro de un mes, el 11 de octubre. Hasta ayer la opción que manejaban era arrancar el día 4 con la Copa de la Reina pendiente de la temporada pasada y donde el Rayo ya está eliminado y dejar para el once el comienzo de la competición liguera de Primera división. El margen se acorta y veremos si estos plazos son posibles o hay que irse al 18 de octubre, fecha inicial prevista y en la que seguro empezará la Segunda división femenina.

Y luego está la cuestión de los PCR y controles sanitarios que establezca este futuro protocolo de la RFEF. La propia Federación ya dejó patente en la reunión con los clubes que ellos no podían asumir este coste de los test. Desde los clubes consideran que hay partidas como el dinero que la Liga destina a la RFEF para el fútbol femenino (2,5 millones de euros), el patrocinio de Iberdrola o el programa Elite de la RFEF, son posibles vías de financiación de estos PCR en toda la competición.