La jugadora de Osasuna que recibió insultos lo cuenta todo

Karolina Sarasua tuvo que escuchar despreciables agravios sexistas durante el partido

"He decidido denunciarlo por la gente que viene después. También se merecen su respeto”

Karolina Sarasua, jugadora del Fundación Osasuna B

Karolina Sarasua, jugadora del Fundación Osasuna B / Twitter

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Bochornoso incidente el que se dio éste fin de semana en la disputa del partido de fútbol femenino entre el Nueva Montaña de Cantabria y el Fundación Osasuna B cuando una jugadora del equipo navarro recibió todo tipo de insultos sexistas durante el partido. Karolina Sarasua, que fue la increpada, ha decidido no callarse y contar todo lo que escuchó en el campo.

Pese a las amenazas recibidas, la jugadora navarra le dijo a la colegiada lo que le habían dicho y ésta lo incluyó en el acta. La futbolista reconoció que ya en los primeros minutos se dieron las primeras provocaciones: “A partir de los 10 primeros minutos de partido, un grupo de chavales que estaban fuera del campo nos insultaban con cosas futbolísticas: ‘qué mala eres’ y frases de ese estilo, pero en la segunda parte se vinieron arriba y empezaron las amenazas, los insultos más violentos y cosas que no venían a cuento”.

Fue solo el principio porque después los insultos subieron de tono y tuvo que escuchar cosas como estas: "Te voy a violar”, “vamos a violar a todo tu equipo”, “súbete la camiseta para enseñarme las tetas y el culo”, “se os nota el tanga”, “vamos al vestuario y te violo”, “tu madre me la chupa” o “tienes cara de chuparla bien”. 

Después de quedar reflejadas todos los agravios, fue la propia colegiada quien le instó a denunciar: “Fue ella también quien me lo dijo, porque lo escuchó y ella recibió su parte también. Me dijo si lo quería denunciar y le dije que sí, me dio un papel y un boli y escribí todo lo que sale en el papel”.

La jugadora del Fundación Osasuna, en un alarde de madurez, justificó su decisión: "El hecho de que ninguna jugadora debería pasar el sufrimiento que pasamos mis compañeras y yo en el partido. Me lo han dicho a mí con 17 años y lo sé gestionar bien dentro de lo que cabe. Pero si se lo dicen a una chica menor, que está empezando, igual le arruinan el sueño y ya no quiere jugar al fútbol. Y eso es lo que más me ha echado para adelante, por la gente que viene después. También se merecen su respeto”.