Ejemplos del futuro próximo

María Pry (Betis) e Irene Ferreras (Rayo Vallecano)

María Pry (Betis) e Irene Ferreras (Rayo Vallecano) / LaLiga

Patricia Martínez

Patricia Martínez

"El fútbol femenino está avanzando, pero queda mucho por hacer”. Son palabras en las que coinciden las dos únicas mujeres al mando de equipos de primera división española. Ellas son Irene Ferreras y María Pry, que dirigen al Rayo Vallecano y al Betis, respectivamente, en la Liga Iberdrola.

En el caso de la primera, Irene tomó los mandos del equipo femenino de Vallecas en junio del pasado 2018, después de dirigir al filial del club. La entrenadora admite que fue una noticia “inesperada” para ella, que pensaba continuar al frente del B del Rayo. Antes de dar el salto a los banquillos, Irene Ferreras se formó como guardameta en el propio Rayo Vallecano.

Algo diferente es el caso de María Pry. La andaluza afronta este curso su séptima temporada dirigiendo al Betis y en la campaña pasada fue la única mujer al mando de un equipo en primera división. Agradece que el club le diera “confianza plena” desde el principio y piensa que sus expectativas han sido “cumplidas con creces”. Declaración sin duda cierta, pues tras ascender con el equipo a primera división hace tres temporadas, María llevó al Betis a la élite dejándolo en sexta posición la campaña pasada.

Pocas Oportunidades

Ni Irene ni María ven nada extraordinario en su posición como entrenadoras, pero lo cierto es que representan una gran minoría en la Liga Iberdrola, donde los catorce equipos restantes cuentan con técnicos hombres. “Se le da mucha repercusión a que solo somos dos mujeres porque es cierto que los números son desproporcionados, pero no soy partidaria de sesgar o decir que como se trata de equipos femeninos debería haber más entrenadoras. Solo pienso que hay que dar igualdad de oportunidades “, declara Irene. En el mismo sentido, María es algo más reivindicativa: “Se van rompiendo poco a poco las barreras, pero lo cierto es que carecemos de oportunidades. Estamos igual de cualificadas que cualquier hombre y hasta ahora se apuesta cada vez más por mujeres en fútbol base, pero no en alto rendimiento. Los clubs deberían apostar más por nosotras”.

Si bien es cierto que la visibilidad y la repercusión del fútbol femenino ha ido en aumento en las últimas temporadas, las dos técnicas coinciden en que hay un largo camino por delante. Para Irene Ferreras, “falta que lo que se ve desde fuera vaya más de la mano con lo que realmente pasa dentro”. Pese a los avances, la entrenadora reclama que “se sigue conviviendo con situaciones que no son profesionales”. En la misma línea se expresa María Pry, que lanza un mensaje de perseverancia: “Vamos por el buen camino pero queda mucho por hacer. No podemos conformarnos con lo conseguido hasta ahora”.

En su experiencia personal, ambas coinciden en sentirse afortunadas por el hecho de no haber vivido “demasiadas”  situaciones discriminatorias pos el hecho de ser mujeres. Eso sí, su condición no les ha permitido en muchos momentos dedicarse exclusivamente al fútbol y las dos compaginaron su etapa como futbolistas con otros trabajos. María agradece el hecho de que “cada vez es más el apoyo hacia las mujeres y el machismo va a menos”. Por su parte, Irene declara haber vivido “experiencias negativas y positivas”. “No sé si me ha abierto o cerrado puertas, pero no he tenido que afrontar situaciones desagradables por el hecho de ser mujer”, sentencia la entrenadora del Rayo.

Falta de competitividad

Ambas satisfechas con su situación actual al frente de sus equipos, coinciden en señalar que los clubs con posibilidades de apostar más por el femenino, Barcelona y Atlético de Madrid, están muy por encima del resto en la Liga Iberdrola. Aún así, son optimistas con que la competición española ganará en competitividad con el tiempo.

Pese a no  considerarse un ejemplo, lo cierto esque Irene Ferreras y María Pry son referentes para todas aquellas que soñaron algún día con triunfar en un mundo que continúa siendo de hombres. Su consejo no puede ser más claro: “Que no se rindan, que luchen por lo que les hace felices”. Ambas se pusieron por bandera estas palabras en su momento, y hoy han cumplido su sueño y puesto las bases de un futuro que está llamado a ser presente en cualquier momento.