Danae Boronat: "Las futbolistas eran un florero para la Federación"

"El FC Barcelona es un referente para el fútbol femenino en España, pero podría hacer más"

La periodista presenta su primer libro, 'No las llames chicas, llámalas futbolistas'

Danae Boronat con su libro

Danae Boronat con su libro / Javi Ferrándiz

Laia Cervelló

Laia Cervelló

Se levanta el sol de mediodía sobre un deteriorado césped artificial del estadio 'Nou Sardenya', sede del mítico CE Europa de Barcelona. Sobre este verde entrenan todos los días de niñas a mujeres esperando a que llegue el fin de semana para intentar sumar puntos al casillero. Mientras observo el estadio, vacío en esta hora de lunes, aparece con su patinete eléctrico una de las caras televisivas más conocidas del mundo del periodismo deportivo. Danae Boronat saluda de forma risueña mientras con una cara radiante muestra su primera criatura literaria.

'No las llames chicas, llámalas futbolistas', una radiografía del fútbol femenino en España que repele la condescendencia y el paternalismo. En su primer libro ("y último, con el trabajo que me ha traído", reconoce entre risas) la tarraconense se adentra en los episodios más oscuros de este deporte, como las vejaciones del exselecionador Ignacio Quereda, y pone luz a una evolución con menos luces que sombras.

Primer libro, ¿satisfecha?

Para mí ha sido un reto, algo que no me había propuesto hacer hasta hace muy poco. Aproveché la Pandemia para adentrarme en un mundo que conocía muy superficialmente y que me interesaba más en profundidad para darlo a conocer. Creo que la gente habla desde el desconocimiento sobre el fútbol femenino y por eso, a menudo, hace juicios de valor muy poco acertados. Porque no conocen la realidad actual y de dónde venimos. Todo lo que han tenido que superar las jugadoras para poder dedicarse al fútbol, para poder ser mujer y futbolista en España en el Siglo XXI. 

¿Una Pandemia inspira?

Me ha servido el tener más tiempo para poder profundizar mucho más y tener una visión mucho más amplia de lo que ha sido el fútbol femenino, de cómo ha avanzado y de cómo estamos ahora. A mí sí me ha ayudado la Pandemia. Me ha inspirado a, ya que estábamos todos fastidiados, contribuir con mi granito de arena a visibilizar una situación que se da hoy en día. Me ha motivado.

'No las llames chicas, llámalas futbolistas', el título ya lo dice todo.

Es una forma de pedir respeto. Hay que diferenciar. En el masculino solo decimos ‘chicos’ cuando son jugadores del filial, pero luego siempre nos referimos a ellos como hombres. En el periodismo y los aficionados se abusa del término las ‘chicas’ para referirse a jugadoras del primer equipo y eso es una forma de tratarlas condescendiente, paternalista. Y eso es lo que hay que erradicar. Ellas quieren un trato igual al de ellos y que se las critique igual. Porque la tendencia del paternalismo también se ve cuando hay algún fallo, que se las intenta disculpar. Eso es lamentable. Cuando ellas piden un trato igualitario es que se las valore de la misma forma que al masculino. Cuando las llamas ‘chicas’ las estás menospreciando. Todavía no se respeta al fútbol femenino y se ve en pequeños detalles como este del lenguaje, que me parece súper importante.

¿Qué es lo que más te ha sorprendido investigando?

Yo era consciente de que no había sido fácil el camino, pero ni mucho menos me imaginaba todo lo que han vivido las jugadoras, cómo se ha maltratado a las jugadoras desde los clubes más importantes. Se las tenía arrinconadas, eran un florero para la Federación Española. Me ha sorprendido el nivel de maltrato, de dejadez y de abandono hacia ellas y cómo ellas han sido capaces de seguir porque era su pasión, que les daba igual no cobrar. Jugaban por lo más básico, su amor y su pasión por el fútbol. 

¿Se utiliza al fútbol femenino?

Estamos todavía en los gestos. Seguimos en un plano muy superficial. Clubes u organizaciones que realmente estén preocupadas por construir un fútbol femenino sólido y por hacerlo crecer creo que hay muy pocos ejemplos remarcables. Y sí que hay mucho de palabrería de “queremos hacer” o “vamos a”, pero es que llevamos mucho tiempo esperando. El avance es tan lento, los pasitos son tan pequeños que dices, pero cuánto más vamos a tener que esperar. Hay gente que dice que se ha avanzado mucho en los últimos cinco años. Es evidente que en los últimos cinco años se ha avanzado más que en medio siglo, pero es que seguimos estando en un estadio tan precario y de tan poco respeto que hay que reclamar pasar de los gestos a la costumbre. A una realidad diaria, a invertir de forma real. Y no por responsabilidad social corporativa, sino porque la sociedad lo demanda. Porque es lo normal, es lo justo. Se ha tardado mucho en avanzar y hay algunos que aún no quieren darse cuenta.

¿Qué crees que se ha hecho mal y qué se ha hecho bien?

Mal se hace intentando trasladar el modelo masculino al fútbol femenino. El masculino se ha convertido en un negocio totalmente deshumanizado, ya no es un deporte. Algunos intentan valorar el femenino en los mismos términos. Lo que quiere el fútbol femenino es crecer, pero no copiando ningún modelo, sino haciéndolo a su forma. De una forma mucho más justa y coherente y sin las barbaridades que se hacen en el masculino. El fútbol femenino tiene la oportunidad de construirse con unos valores mucho más firmes y mucho más reales del deporte. Lo bueno, es que todavía estamos a tiempo de hacerlo mejor. De lo malo, lo que se ha hecho peor es ningunearlas. Es imposible comparar el masculino y el femenino, ellos llevan un siglo de ventaja. Son dos realidades incomparables, como el fútbol de la época de Pelé y el de la de Messi. No podemos seguir comparándolos, y eso es una de las cosas en las que más se equivoca la gente. ¿Verdad que no comparamos el tenis masculino y femenino? ¿Verdad que no decimos que uno es peor que el otro? Hay que empezar a tratarlas de la misma forma en el sentido de condiciones óptimas. Si empezamos a tratar el fútbol femenino como un deporte profesional, el nivel crece, los partidos son más atractivos y atraerás a publicidad y a más público. La rueda ha empezado a girar, pero muy lentamente.

Danae Boronat con su libro, "No las llames chicas, llámalas futbolistas"

Danae Boronat con su libro, "No las llames chicas, llámalas futbolistas" / Javi Ferrándiz

¿Y cómo se consigue esa igualdad de condiciones?

Cuando ellas hicieron la huelga por el convenio colectivo fue muy significativo como muy pocos jugadores públicamente las apoyaron. Algunos de los que las apoyaron están en el libro, como Griezmann, Borja Iglesias, Iker Casillas e Iniesta. Ellos reclaman la igualdad de condiciones, que desde los políticos y las organizaciones de fútbol se les de la importancia que tienen. Y ellos entonan el ‘mea culpa’. Los futbolistas son egoístas, pero creo que empieza a cambiar. Por primera vez ellos se posicionan a favor de ellas. Ojalá esto sirva para que empiece el movimiento de apoyo. Es como el ‘HeForShe’, de las Naciones Unidas. Nosotras somos las que tenemos que reclamar y ser valientes, pero necesitamos el apoyo de los hombres. El poder mediático que tienen creo que lo tienen que utilizar en favor de compañeras en las que se pueden ver reflejados cuando eran jóvenes. Que Messi no haya ido nunca a ver un partido nunca del femenino es algo que no entiendo. Nunca ha hecho un tweet apoyándolas. Necesitamos que los que son ídolos para los niños en el mundo demuestren que ellos lo respetan.

¿Te gusta la Liga Iberdrola?

No. Necesita mejoras muy importantes. En el libro, las jugadoras explican la necesidad de que todos los estadios estén en las mismas condiciones, no solo para que el balón ruede mejor, sino por el riesgo de lesiones. Además, la competición está tan desigualada ahora mismo porque no han sido capaces de hacer un protocolo adecuado como el que tiene la Liga Santander, que ha demostrado que no es necesario ir suspendiendo partidos. ¿Por qué en la masculina sí y en la femenina no? Alguien debería ver que algo no se está haciendo bien. La ampliación de equipos por la situación de Covid. Todo el mundo coincide en que fue un desastre. Si se quiere hacer una liga más competitiva y atractiva para eso necesitas menos equipos y que el nivel suba, para que no haya tanta diferencia entre los que tienen más presupuesto y los que no. La Liga Iberdrola es muy mejorable. Debería mirarse en la Premier, que desde hace unos años ha pedido a los clubes que tengan una serie de requisitos, y si no los cumplen, no puedan jugar en Primera División. Tengo la esperanza de que ahora al meterse el CSD con la profesionalización de la liga, cambien cosas y los clubes tengan más poder para decidir cómo gestionar cosas. Como los derechos audiovisuales, que no estamos pudiendo ver muchos partidos de la Liga Iberdrola. 

¿El ejemplo a seguir en España es el Barça?

Seguramente. Es el club que encabeza el invertir en su equipo con recursos económicos. Para llegar a una final de Champions se necesita dinero, por muy buenas jugadoras que tengas. Ya no solo para fichar, para el trato en el día a día. Para que puedan tener un cuerpo médico de élite y todo a disposición para que puedan explotar su talento. El FC Barcelona lidera el modelo, pero hay que exigirle mucho más. Dice que es “más que un club” y que, al menos hasta hace poco, era el club que más ingresaba en el mundo, pero sin embargo hay demasiada diferencia entre el masculino y el femenino. ¿Que es el referente y está haciendo las cosas bien? Sí. ¿Que podría hacer más? También. ¿Por qué hasta hace poco el femenino no había jugado nunca en el Camp Nou? ¿Y por qué cuando lo pones a jugar casualmente es cuando tiene que ser a puerta cerrada? Tengo ganas de ver si cuando el público pueda volver a entrar a los estadios, vuelven a jugar ellas un partido en el Camp Nou. Ojalá, pero todavía hay demasiado miedo. Hay que dar la oportunidad a las jugadoras, me da igual si van 5.000 o 30.000 personas y se ve el estadio medio vacío. Pero que estas jugadoras que te han hecho llegar por primera vez a una final de Champions, que nunca se había conseguido, no tengan esta oportunidad me parece muy grave. Sí se está apostando, pero con miedo. Hay que apostar por ellas, después la gente ya responderá. Pero si tu no te las crees al 100%...

¿Crees que esto va a cambiar con la actual Junta Directiva?

Tengo muchas dudas. Si tienes un 30% de socias en el club y en tu Junta Directiva solo hay una mujer, algo chirría. Si tu presidente no conoce a futbolistas bastante importantes del primer equipo femenino, algo va mal. Yo quiero verlo, le doy el beneficio de la duda. Pero creo que la escusa del Covid les viene muy bien. Veo muy difícil que se amplíe el presupuesto y que se mejoren las condiciones, porque es el eslabón más débil. 

En tu libro dices que el fútbol femenino está en expansión. ¿Es una expansión con techo de cristal? 

Completamente. Para que crezca de verdad se necesita dinero. De momento, creo que al fútbol masculino no le interesa que crezca por si hay que repartir el pastel. El techo de cristal está ahí y no sé cuándo se va a romper. Creo que en 20 años se verá la situación actual como algo increíble, las condiciones de las jugadoras, los estadios donde juegan… El techo de cristal se va a romper, pero van a tener que romperlo ellas. Hasta hace poco las jugadoras tenían miedo de reclamar incluso que se les acababa el agua caliente. Jugadoras del Barça se duchaban en barracones prefabricados y se les acababa el agua caliente. Dicen que les daba pavor que, si se quejaban, les dijeran que se cargaban el equipo femenino. Ahora lo están empezando a superar gracias a que la sociedad es un poco más sensible con el feminismo. Ahora sienten que tienen derecho a pedir un sueldo digno. Asistimos a un momento muy importante en ese sentido. Para romper ese techo de cristal necesitas tener valentía y creo que ellas la empiezan a tener. Probablemente desde que en 2015 volvieron de un Mundial y decidieron que no querían seguir con Ignacio Quereda haciendo una carta pública porque no podían aguantar más. Desde ahí tiraron la puerta al suelo y cambiaron la realidad a base de alzar la voz.

¿Es tardía la llegada del Real Madrid en el fútbol femenino?

Lo que era inconcebible era que un club referencia en el Mundo no tuviera equipo femenino. Sus motivaciones no están claras. Viendo cómo está actuando me lo hace cuestionar. Decían que con su llegada el fútbol femenino se iba a visibilizar más, pero ha copiado el modelo comunicativo del masculino bunquerizando el equipo. Lo que necesita el Madrid es dar a conocer a sus jugadoras. En el segundo partido en la historia del Real Madrid femenino marcaron su primer gol y no se vio en ninguna plataforma. Eso te dice que el Madrid no se ha preocupado de que su equipo arranque con unas condiciones 100% profesionales y no lo entiendo. Las jugadoras no dan entrevistas. Si miras la comunicación por redes, al fichar a todas las jugadoras al principio del proyecto en España no las conocía nadie. Y se las presentó con una fotografía común. A los jugadores del masculino se les hace una presentación, una rueda de prensa… y a ellas las pusieron en grupo en una foto con mascarilla y nadie se preocupó de explicar su historia, de por qué son tan buenas. No entiendo por qué el Madrid no aprovecha este momento. Deportivamente claro que lo están haciendo bien, pero hay mucho más. El envoltorio de este equipo es muy mejorable.

Narraste un Mundial, ahora un libro. ¿Qué es lo próximo?

Yo quiero volver a narrar. Desde que Sara Giménez y yo narramos, que era como lo raro, creo que no ha habido más mujeres que lo hayan hecho. Lo que creíamos que podía ser el inicio del cambio, de momento, no lo ha sido. Yo si tengo la opción de narrar cualquier acontecimiento deportivo, ya estaré contenta. Otro libro no lo tengo en mente. Solo quiero poder disfrutar de esta profesión.