El Atlético quiere superar el récord de San Mamés en fútbol femenino
Anna Pérez Roura
El Atlético de Madrid abrirá las puertas del Wanda Metropolitano para acoger uno de los partidos más importantes de la Primera División Femenina: Atlético - Barça. Con este evento, las colchoneras pretenden superar el récord de asistencia que se logró en San Mamés.
Según notifica el club rojiblanco, ya se han recogido 25.000 invitaciones para el partido. Los socios podrán acceder de manera gratuita si recogen previamente su entrada. Para el resto de público, la entrada costará 5 euros.
El estadio del Athletic Club de Bilbao albergó hace unas semanas un partido de su club femenino ante las líderes de la Liga Iberdrola y se alcanzó un récord en la historia de fútbol femenino tanto en España como en Europa: 48.121 espectadores acudieron a los cuartos de final de la Copa de la Reina.
No sería el primer partido de la Liga femenina que se disputa en el Wanda. La última vez sucedió en un derbi ante el Madrid CFF de la temporada pasada. No obstante, la asistencia se quedó en 22.202 espectadores. En ese momento, lograron el récord de la Liga Iberdrola, pero no del fútbol femenino en España, que seguía siendo de San Mamés, logrado en 2003.
El enfrentamiento será el 17 de marzo a las 13:00 horas. Se trata de un partido importante, ya que enfrenta a las líderes de la Liga con las azulgrana, que luchan por recortarles puntos a las colchoneras y acercarse al primer puesto.
- La Policía Nacional obligada a alertar a la población por lo que está pasando con el dinero de las cuentas del banco
- Estos son los españoles más odiados en el país: ni los catalanes ni los vascos
- Real Madrid - Barcelona | El Clásico de LaLiga EA Sports, en directo hoy: alineaciones, horario y dónde ver
- La respuesta de Javier Tebas al gol fantasma del clásico
- Ronald Araujo, transferible
- Jorge Rey avisa de lo que llegará a España: "A finales de semana...
- Xavi Hernández estalla contra Soto Grado: "No ha acertado ni una
- De Boer: "Ahora sé por qué a Guardiola no le gustaba Cancelo