La Asociación de Clubes Femeninos presenta una doble denuncia contra la RFEF ante el CSD

El CSD tiene la intención de convertir en profesional la Primera división femenina

El CSD tiene la intención de convertir en profesional la Primera división femenina

Ramón Fuentes

Ramón Fuentes

Este miércoles 14 de octubre está previsto que la Asociación de Clubes femeninos presente una doble denuncia ante el CSD por los formatos de competición de la Primera y Segunda división femenina. En concreto un doble recurso de alzada ante el máxima institución del deporte español.

En lo que afecta a la Primera, son varias las cuestiones que se denuncian y que se suman a la impugnación ya presentada en su momento por el reconocimiento de la Liga por parte del estamento federativo como una "competición profesionalizada" además del propio Comité Nacional de Competición constituido por la propia RFEF.

Varias son las cuestiones que denuncian en el recurso de alzada relativo a la Primera división en donde actualmente 13 de los 18 equipos que la forman, pertenecen a esta Asociación.  Así por ejemplo, una de las principales objeciones radica en las obligaciones sobre las licencias profesionales o la limitación de las jugadoras extra comunitarias.

En ambos casos la Asociación manifiesta que la RFEF no tiene potestad para establecer normas de carácter laboral y que afecten a las jugadoras y equipos. Esta competencia está en menos de los distintos actores que reconoce la legislación y donde aparecen como protagonistas los clubes y los sindicatos de jugadoras, pero nunca el estamento federativo.

Denuncia sobre el límite de comunitarias y licencias de jugadoras

A esto hay que sumar el hecho es que tanto la Primera como la Segunda femenina son competiciones no profesionales, aún cuando se les ponga actualmente el adjetivo de "profesionalizada", y a la espera de la profesionalización de la competición que el CSD ya ha anunciado que llevará a cabo de la Primera división a partir de la próxima temporada. Bajo este escenario amateur no se puede establecer una obligación normativa de contratación de trabajadoras.

Y otro de los apartados donde se ponen más objeciones radica en relación con las jugadoras extra comunitarias. La idea inicial de la RFEF es que no superen las cuatro futbolistas. También aquí la Asociación que representa a los clubes femeninos denuncia ante el CSD que la RFEF no tiene competencia alguna al no ser contraria a la legislación que existe actualmente y tratándose de una competición no profesional.

Objeción también a los descensos fijados por la RFEF y control económico

Otro de los puntos que están incluidos en este recurso de alzada radica en torno a las medidas de control económico que la RFEF ha fijado a los clubes femeninos, en la misma línea existente ya desde la temporada pasada sobre la Segunda división B y Tercera. Entienden que son los clubes quienes deben permitir que este control se lleve a cabo, como sucede en el fútbol profesional, pero no por indicación del estamento federativo.

Otro de los puntos de mayor objeción radica en la propuesta de descensos propuesta por la RFEF a raíz de la anulación de la temporada 2019-2020 como consecuencia del COVID.

Los cuatro subgrupos de la Liga Reto

Junto a este primer recurso de alzada, se suma otro presentado por varios equipo de la Segunda femenina en relación al formato aprobado por la RFEF para esta competición para esta temporada 2020-2021. Formato que divide la competición en cuatro subgrupos: dos subgrupos en la zona norte y dos en la zona sur formado por ocho y nueve equipos respectivamente hasta completar los 34 de la competición.

Algo a lo que se oponían 25 de los 34 clubescomo ya contamos hace unas semanas en el diario <strong>SPORT</strong>Sólo 7 se mostraron favorables a este modelo y los otros dos restantes no estuvieron en la votación. La RFEF, también partidaria de este modelo y organizadora de la competición, hizo prevalecer su postura.

En la denuncia los clubes entienden que la competición se puede dividir en grupos pero no en subgrupos como se ha llevado a cabo y que esta decisión es contraria a la norma.

Una vez se presente ante el CSD habrá que esperar para saber si el máximo organismo del deporte se pronuncia. Más ahora que ha manifestado su intención de convertir en profesional la Primera división femenina.

En caso de no hacerlo, el siguiente paso sería recurrir ante el contencioso administrativo en la justicia ordinaria.