De las lágrimas de París a la emoción de la primera final

Sandra Paños: "Está habiendo un crecimiento"

 La portera atendió a los medios de comunicación después de hacer un partidazo que ayudó al Barça a plantarse por primera vez en la final de la Champions / Perform

Miki Soria

Miki Soria

Todo empezó el 31 de marzo de 2016. Después de caer eliminadas en cuartos de final de la Champions con un único gol del PSG en el minuto 86 de partido, Sandra Paños era un mar de lágrimas a la finalización del choque. Había conseguido evitar que uno de los mejores equipos del continente marcará durante 176 minutos de eliminatoria con intervenciones de mucho mérito… pero un cabezazo de la brasileña Cristiane se le escapó de las manos y acabó colándose en la red. Imposible consolarla en ese momento, la guardameta alicantina reflexionaba, cabizbaja, más tarde de camino a su habitación en el hotel de concentración del Barça sobre lo vivido. 

Ese día, a pesar del error final que le dejó una sensación agridulce, empezó la ‘leyenda’ de Sandra Paños en Europa. Una portera que llegó del Levante en 2015 y ejemplifica mejor que nadie el crecimiento de las futbolistas blaugranas en los últimos años. A base de trabajo, esfuerzo y humildad se ha acabado convirtiendo en una de las mejores guardametas del continente como ha ido demostrando año tras año en la Champions. 

El curso pasado, ante el Olympique de Lyon, fue tal su exhibición que el pentacampeón europeo se interesó por ella. Este domingo, ante el Bayern, volvió a demostrar su categoría. Firme y segura cada vez que el conjunto alemán se acercaba a su portería, vivió su momento de gloria en el minuto 71. Con 1-0 en el marcador y la reciente expulsión de Hamraoui, el choque estaba en un momento clave. Fue en ese preciso instante cuando Paños sacó lo mejor de sí misma para evitar, con un vuelo increíble, que un cabezazo de Roord que ya la había superado por arriba entrara en su portería

“Solo he visto que el balón entraba y me he estirado todo lo que he podido”, señaló la alicantina a la conclusión del partido, mientras hacía toda una declaración de intenciones: “Nos ha llegado un premio increíble antes de lo esperado. Vine al Barça para poder jugar la Champions y han sido cuatro años muy bonitos. Ahora que estamos en la final, vamos a darlo todo”, apuntó la portera, que desde que encajó tres goles en la ida de los dieciseisavos de final en Kazajistán, no ha vuelto a ver perforada su portería en los cinco choques posteriores.