Plácida goleada de un Barça más líder que nunca

Francesc Ripoll

Sin exprimirse a fondo, el Barça logró golear al Betis en un partido plácido donde las de Lluís Cortés fueron absolutamente superiores a las andaluzas. El triunfo, que se selló antes del descanso, sirve para reafirmar el liderato azulgrana, pues el Atlético de Madrid ha vuelto a empatar (2-2 ante el Athletic Club) y la distancia ya es de cinco puntos. Más líderes que nunca y otra vez portería a cero.

El guión del partido fue el previsto. El conjunto azulgrana salió a morder y con la intención de encarrilar el triunfo lo antes posible para evitar sustos. Ahogó al Betis en los primeros minutos, tocando y tocando en campo contrário y recuperando el cuero de forma prácticamente instantánea tras perder la posesión. La insistencia no tardó en dar frutos. Alexia Putellas se encontró con el balón dentro del área hizo un movimiento exclente con el cuerpo para orientarse a puerta, y batió a Gerard con un preciso disparo con la zurda. 

Pese a haber abierto la lata, las de Lluís Cortés no se conformaban. Mantuvieron el dominio absoluto impidiendo la reacción del conjunto andaluz, y poco a poco iba llegando con más peligro a la meta verdiblanca. Y pasado el ecuador de la primera, se decidió el partido en menos de cinco minutos. Hermoso, con una 'paradinha', se encargó de transformar una pena máxima cometida sobre Oshoala, que lo peleó absolutamente todo. Justo después, Anita controló con la mano dentro del área y Mariona Caldentey no perdonó desde los once metros. En un visto y no visto, el partido sentenciado. Pero no todo fueron buenas noticias. Poco antes, Leila tuvo que abandonar el césped, leisonada, y una eléctrica Andrea Falcón la sustituyó.

Poco más tres el receso. Con todo decidido, el Barça bajó una marcha y siguió con su superioridad aplastante sobre el césped. El marcador no se movió y fue por culpa de Gerard, exportera del Lyon que evitó una goleada mucho más abultada. Oshoala, que lo intentó por tierra, mar y aire se quedó sin premio, pero su incansable trabajo fue clave a la hora de generar peligro. Triunfo con valor doble.