Melanie siempre será Barça: un adiós por todo lo alto

La jugadora se despidió de la afición en el último partido de la temporada disputado en el Johan Cruyff

5.179 espectadores se volcaron en una despedida mágica y emocionante para homenajear las 18 temporadas de Melanie con el club

Así ha sido la despedida de Melanie en el Johan Cruyff

Así ha sido la despedida de Melanie en el Johan Cruyff / María Tikas

Carla Puig

Carla Puig

No existía en la faz de la tierra una manera más emblemática para Melanie Serrano para despedirse del club de su vida, que cerrar la liga con un pleno de victorias. Y, además, hacerlo en casa, rodeada de la gente que la ha visto crecer durante todos estos años. 18 temporadas de idas, venidas, progreso, compromiso y, finalmente, gloria. Y es que si el Barça ha logrado llegar a lo más alto ha sido gracias a personas como ella y a su lucha incansable.

Las compañeras que ahora empiezan como Claudia Pina o Gemma Font, o las que ya están en el pódium de mejores del mundo como Alexia o Jennifer Hermoso, se pusieron en fila formando un pasillo en el momento en que Melanie salía al campo en el minuto 66 de partido. Entró por Fridolina Rolfö, con la que a pesar de solo haber coincidido una temporada, se fundió en un abrazo que significaba mucho más que esos nueve meses compartiendo banda izquierda. Y es que el fútbol femenino es eso; mucho más que fútbol.

No tan solo sus compañeras de le hicieron el pasillo y la aplaudieron, sino que también se unieron a él las jugadoras del Atlético de Madrid que, a pesar de estar jugándose la plaza de Champions, decidieron perder ese minuto para homenajear a la leyenda blaugrana. Porque si hoy el fútbol femenino español puede decir que disputa Champions es porque hace años, cuando nadie apostaba, algunas sí creían. Y una de ellas fue Melanie que, con solamente 14 años, decidió guiar su vida hacia el fútbol y hacia el Barça.

UNA AFICIÓN VOLCADA

se volcó en una despedida mágicaCánticos, vídeos, manteos y lágrimas5.179 espectadores

Porque Melanie vino durante muchos años a entrenar en tren desde Blanes a Barcelona, porque se quedó confiando en el Barça cuando descendió en 2008, porque no bajó la cabeza cuando once años más tarde consiguió la medalla de plata ante el Lyon en Budapest, porque con lágrimas en los ojos alzó una Champions en Gotebörg, porque fue madre por partida doble mientras seguía con la exigencia que el mejor equipo del mundo pide, porque Melenie es Barça y Barça es Melanie.

 "Empecé siendo una niña y me voy con una familia", dijo en la rueda de prensa de su despedida. Melanie siempre formará parte del corazón de todos los culés.