Giráldez: "Hemos de intentar aspirar a más siempre, a mejorar y no estancarnos"

Con solo 29 años, el vigués Jonatan Giráldez ha asumido esta temporada el reto más difícil: perfeccionar el juego y los resultados de un equipo que ganó el triplete la pasada temporada maravillando a toda Europa

26 goles a favor, ninguno en contra. ¿Qué sensaciones tienes este inicio de temporada?  

Creo que está siendo muy bueno. No solo por los goles, sino por las sensaciones cuando tenemos el balón. Las dos primeras jornadas nos centramos más en cómo colocarnos en ataque para tener oportunidades, y aunque nos costó materializar antes las ocasiones, sabíamos que el gol iba a llegar tarde o temprano cuando generas tanto. Además, a nivel defensivo no estamos concediendo ocasiones, presionamos muy bien, nos preparamos bien para los momentos de pérdidas y eso hace que nuestras porteras de momento vivan más tranquilas. 

¿Qué matices hay entre tus planteamientos y los de Lluís Cortés?  

Nos centramos más en focalizar todo lo que esté relacionado con nuestro juego. Sabemos que el rival es importante, pero creo que más importante es optimizar el modelo de juego del Barça y darle ese matiz de calidad en el momento que vayas a necesitar cosas diferentes a las del 60-70% de partidos. Cuantas más opciones tengamos con jugadoras diferentes, menos previsibles seremos. Tener más opciones en ataque y en defensa y que esta variabilidad de recursos nos haga mejorar como equipo. 

¿Cómo se mantiene el hambre de un equipo que lo ha ganado todo? 

Poner a las jugadoras ante situaciones nuevas y que deben aprender ya genera un reto en sí mismo. Si planteas algo que ya dominas, las jugadoras no salen de la zona de confort. A veces exigirles una cosa diferente a lo que estaban acostumbradas les da más recursos durante los partidos. Y este reto creo que es una motivación extra para que sean mejores y sean además las mejores. Han de tener más recursos para ser más completas. 

A nivel de resultados, parece difícil mejorar...  

Sí, porque se tiene en cuenta lo que hacemos en relación a los rivales, pero no lo que hacemos en relación a nosotras. Y nosotros dedicamos mucho tiempo al video y al trabajo individual y específico porque cada jugadora tiene cosas que puede mejorar independientemente del resultado. Así se mejora. Si solo nos fijamos en el resultado, estaríamos cometiendo un error. Porque el día que juguemos un partido en el que las cosas estén más igualadas, a lo mejor un fallo cometido en un día que se ganó bien y pasó totalmente inadvertido, te puede costar un gol en contra. Son cosas que tenemos que anticipar para poder prever. 

En Europa, por primera vez, seréis el rival a batir. 

Obviamente ahora somos las campeonas de Europa y estamos en el otro lado de la película, pero el objetivo es ganar todo, los cuatro títulos que competimos. Te mentiría si te dijese que no. Sabemos que ganar todo es muy difícil porque no solo depende de cómo juegues o lo que generes y que hay muchos equipos que se han reforzado muy bien como el Arsenal, por ejemplo. Pero también que por eso mismo hemos de intentar aspirar a más siempre, a mejorar y no estancarnos. 

¿Cómo fue el momento en el que tocó hacerte cargo del equipo? 

Fue todo muy rápido, de hecho me despedí de las jugadoras y del resto del staff como cualquier otro final de temporada. Cuando Lluís hizo el comunicado dejando el puesto libre, nadie del club se puso en contacto conmigo, así que entendía que los tiros podían ir por otro lado. Poco después Markel sí lo hizo y la verdad, lo primero fue una sorpresa, porque esto es algo que pasa muy pocas veces en la vida. Pero tenía claro en el segundo uno que iba a decir que sí porque me gusta tener estímulos nuevos, cosas que aprender y crecer personal y profesionalmente.  

¿Te dio algún consejo Lluís Cortés? 

A Lluís le estaré siempre muy agradecido por la oportunidad que me dio cuando estaba en la federación, pero desde que soy entrenador no he tenido la oportunidad de hablar con él. 

No puedo acabar sin preguntarte por Alexia. ¿Cómo explicas su evolución? 

Recuerdo que las reuniones individuales con Alexia, cuando llegué eran muy diferentes a las de ahora. Porque ella quería mejorar cosas que hacían referentes y otras jugadoras de su misma posición. Ahora la película ha cambiado por esa ambición que tiene de querer ser mejor cada día y no quedarse solo en el gol que ha marcado, sino pensar en el que no ha marcado. Y eso es extensible a casi toda la plantilla, porque casi todas nos piden constantemente que trabajemos y les digamos todo lo que deben mejorar.