Festivo ambiente en el Camp Nou

La afición azulgrana respondió con creces en un partido importante para el devenir europeo del equipo

Alexia Putellas fue, de largo, una de las más coreadas durante toda la previa y el resto del encuentro

Las jugadoras, celebrando el primer tanto del partido

Las jugadoras, celebrando el primer tanto del partido / Javi Ferrándiz / Diario SPORT

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El aficionado culé estuvo a la altura de las circunstancias. Tras batir el récord de asistencia en un partido de fútbol femenino en El Clásico de la ronda anterior con hasta 91.553 aficionados, el Camp Nou volvió a mostrar un ambiente muy festivo en las semifinales de la Champions League en la goleada sobre el Wolfsburgo.

Porque el récord ya ha dejado de ser récord: el templo culé acogió hasta 91.648 aficionados en sus gradas en una cifra que ya es historia del fútbol femenino. El equipo juega de fantasía, compite a mil revoluciones y maravilla a todo el mundo del fútbol.

Ningún hincha se quedó sin su bandera: repartidas en las inmediaciones del estadio, todos los aficionados la mostraron durante la previa y el desarrollo del encuentro, marcado por la goleada de un Barça que apunta al título. La afición, que llenó las gradas de un Camp Nou que disfrutó de lo lindo, animó durante todo el encuentro y cantó el himno al unísono antes del inicio del encuentro. Pese al tanto del Wolfsburgo en la segunda parte, la hinchada no se desanimó: respaldó al equipo cuando más lo necesitó.

El tempranero gol de Aitana Bonmatí hizo enloquecer a una grada que mostró un especial cariño a su capitana, Alexia Putellas, autora del cuarto y quinto tanto frente al conjunto alemán. Algunos aficionados se perdieron el tanto al estar todavía accediendo a las localidades, pero el estadio mostró una grandísima entrada a partir del primer cuarto de hora y no cesó de corear al equipo durante los 90 minutos.

Precisamente ese primer gol, que fue el inicio de una goleada que hace historia para el Barça y el fútbol femenino español, desató la locura también en el banquillo, donde el entrenador, Jonatan Giráldez, estuvo muy emocionado y lo celebró junto a sus asistentes y resto del cuerpo técnico. A falta del partido de vuelta, las azulgranas tienen un pie y medio en la final.

Manita y récord en el Camp Nou

Las de Jonatan Giráldez no fallaron. En una primera mitad magistral, el Barça se impuso con una goleada en forma de manita que deja una nueva final a tiro de piedra: los goles de Aitana, Hansen, Hermoso y Putellas (2) liquidaron a un Wolfsburgo que tiene escasas opciones de lograr la machada en el partido de vuelta. El vestuario ya sueña con conquistar los dos títulos restantes -Copa de la Reina y Champions- y hacerse con un póker nunca antes visto.