Barça - Olympique de Lyon: Una final para ser eternas

El Barça quiere hacer historia en la Champions derrotando en la final de Turín a su bestia negra, el Olympique de Lyon

Las azulgranas aspiran a revalidar el título cerrando heridas del pasado

Las cuatro capitanas posan para SPORT en la previa de la final

Las cuatro capitanas posan para SPORT en la previa de la final / Javi Ferrándiz

Miki Soria

Miki Soria

Si perdemos, seguiremos siendo el mejor equipo del mundo. Pero si ganamos, seremos eternos”. La frase que pronunció Pep Guardiola antes de la final del Mundial de Clubes que coronó el sextete histórico del Barça en 2009 sirve para reflejar a la perfección lo que supone la final que disputarán este tarde en Turín FC Barcelona y Olympique de Lyon. El conjunto azulgrana, que lleva dos años ganándolo prácticamente todo, conquistando cinco títulos de manera consecutiva, aspira a revalidar su corona de campeonas de Europa nada más y nada menos que ante su gran bestia negra y el mejor equipo de la historia de la competición, un Olympique de Lyon al que se le tienen muchas ganas desde que las del Ródano arrollaron a las futbolistas azulgranas en Budapest.

Una victoria no solo convertiría al Barça en uno de los cuatro equipos capaces de repetir título dos años seguidos, sino que confirmaría el cambio de era en Europa y pondría el broche de oro a una Champions que habría servido para cerrar heridas.

La Champions de la venganza

Arsenal, Wolfsburg y Olympique de Lyon. Arsenal, Wolfsburg y Olympique de Lyon”. Como si de la lista que recitaba cada noche Arya Stark en ‘Juego de Tronos’ recordando de quién debía vengarse, el Barça ha ido saldando cuentas pendientes a medida que avanzaba en la Champions. Si el curso pasado las azulgranas lograron convertirse en las mejores sin discusión, en esta edición el objetivo era volver a hacerlo dejando en el camino a todos aquellos equipos que en años anteriores les infligieron sus golpes más dolorosos. Episodios de los que las azulgranas fueron aprendiendo hasta llegar donde están hoy día. Derrotas que sirvieron para crecer. Derrotas que sirvieron para poder ganar después.

XI Previa

Los posibles XI de Barça y Lyon / SPORT

El Arsenal, verdugo del Barça en su primera participación en Europa, allá por 2012, fue el primer equipo en sufrir en sus propias carnes la revancha culé. Un 4-1 y 0-4 en el doble enfrentamiento en la fase de grupos que contrarrestaba el 7-0 (0-3 y 4-0) de aquella primera edición.

Tras derrotar al Real Madrid en cuartos de final en un choque sin precedentes históricos pero sí con mucho morbo, el siguiente en caer en la dulce venganza culé fue el Wolfsburgo, verdugo en 2014 y sobre todo en 2020, cuando las azulgranas sufrieron una dolorosa derrota en semifinales y a partido único tras ser infinitamente superiores en el campo. Esta vez no hubo contemplaciones. El 5-1 del Camp Nou fue un golpe sobre la mesa del Barca y dejó en anécdota la derrota del partido de vuelta, en la que estaba todo decidido de antemano.

Solo quedaba el Olympique de Lyon y el destino ha querido que fueran las galas el último obstáculo hacia la gloria. Turín supone la oportunidad de vengar el mazazo encajado en Budapest, donde el OL no tuvo piedad de un Barça inexperto que aspiraba a sentarse en su trono.

Tres años después, las cosas han cambiado y son las azulgranas las que llegan con la vitola de favoritas, aunque sea arriesgado decir eso ante un equipo que ha ganado siete Champions y que no necesita ser el mejor para lograrlo.

El reto de conseguirlo es un aliciente más para un vestuario ambicioso y talentoso, convertido en bandera y emblema del club y capaz no solo de llenar el Camp Nou en dos partidos consecutivos sino de convertir Turín en azulgrana llevando a más de 15000 aficionados por sus calles. “Lo más difícil después de ganar es volver a ganar. El esfuerzo es enorme, pero siempre vale la pena” resumió Alexia en la previa, dejando claro que lo darán todo por volver a alzar la Champions. Por ellas, por la afición, por el club y por la historia. Por el pasado y por el futuro. La gloria espera.