El Barça cierra el año con sufrimiento
Albert Gracia
En un partido que creía más que controlado, el Barça tuvo que esperar hasta el final para sellar tres puntos clave en el último partido del año. Las azulgrana fueron muy superiores durante todo el partido pero el tanto de Martín-Prieto en la segunda mitad les obligó a meter una marcha más. Los cambios terminaron siendo trascendentales para mantener el fortín del Johan Cruyff.
Primera Iberdrola
BAR
UDG
Barcelona |
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Paños; Marta, Mapi León, Pereira, Melanie (Codina, 90'); Patri Guijarro (Losada, 87'), Alexia, Jenni Hermoso; Graham Hansen, Oshoala (Aitana, 76') y Lieke Martens (Mariona, 60'). |
Granadilla Tenerife |
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Reis; Aleksandra, Pisco, Jujuba, Gavira, Natalia Ramos; Doblado, Paola Hernández (Ana, 82'), Borini (Matveeva, 46'), Maria José (Allegra, 67'); Martín-Prieto (Cira Pérez, 89'). |
Las de Lluís Cortés no quisieron dar opción desde un inicio. En una primera mitad sin ocasiones, las azulgrana dominaron a placer ante un Granadilla encerrado atrás que ni siquiera pudo salir de su propio campo. Con un claro 5-4-1, las tinerfeñas buscaron construir un muro junto a Reis, que les salvó en más de una ocasión azulgrana.
Aun así, ese dominio extremo del Barcelona no tuvo demasiado premio más allá del gran tanto coral de Oshoala, que hizo buena la asistencia de Marta Torrejón. Parecía que con el tanto de la nigeriana se abriría la veda pero lo cierto es que a las de Lluís Cortés les costó un mundo poder finalizar cuando se acercaban al área.
Algún disparo desde fuera del área y un par de intentonas de Oshoala en el tramo final del primer tiempo fue todo el balance ofensivo que pudieron mostrar ante un Granadilla que no tenía intención de salir de su trinchera. Tocaba meterle una marcha más al partido para intentar sentenciarlo lo antes posible. Mucha superioridad por talento y juego pero sin goles no sirve de mucho.
Falta el último pase
En la reanudación, el duelo no tuvo un giro de guión inesperado. El cuadro azulgrana continuó con su dominio y con un asedio que no se tradujo en nada más que eso. Faltaba precisión arriba cuando el equipo se plantaba en el área. Ese último pase estaba lastrando al cuadro de Lluís Cortés.
Tanto que incluso tuvo que ver como le empataban el partido en la primer disparo claro del Granadilla en todo el partido. Cabalgó Aleksandra y la puso para que Martín-Prieto solo tuviera que poner el pie y batir a Sandra Paños. El Barcelona no se lo creía pero tocaba remar más que nunca. El técnico azulgrana introdujo cambios para revitalizar el equipo y rápidamente surtieron efecto.
Aitana asistió a Graham Hansen para que la noruega, con la ayuda de Reis, volviera a poner la superioridad en el marcador para el Barcelona. Con el 2-1, el cuadro azulgrana no bajó sus prestaciones y Alexia Putellas prácticamente sentenció el partido tras una nueva asistencia de Marta Torrejón. Al final, el Barça pudo administrar la renta.
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