Oriol Alsina anuncia que deja de ser entrenador del Llagostera

Alsina se sentará por última vez en el banquillo este sábado ante el Prat

Alsina se sentará por última vez en el banquillo este sábado ante el Prat / PEDRO CASTROVERDE

Lluís Payarols

Lluís Payarols

Uno de los preparadores 'eternos' del fútbol catalán está a punto de cerrar su larga etapa en un banquillo. Oriol Alsina no seguirá al frente de la UE Llagostera la próxima temporada. Lo anunció después de confirmar la salvación matemática y a solo tres días del último partido de la temporada en Segunda B de su equipo, contra el Prat. No obstante, mantendrá su cargo de director deportivo.

Alsina utilizó su perfil en Twitter para dar a conocer su decisión con un punto de ironía, ya que acabó su mensaje lamentando "no haber conseguido subir a Primera", cuando ya fue un hito que aquel modesto equipo en el que empezó a trabajar ascendiéndolo a la Segunda Territorial -la actual Tercera Catalana- llegase a la actual Liga 1|2|3 y se mantuviera dos temporadas.

Según la estadística que el propio técnico desveló a través de las redes sociales, dejará el banquillo llagosterense tras siete ascensos, cuatro títulos de Liga y 612 partidos vividos, contando el que se disputará este sábado entre Llagostera y Prat en el estadio de Palamós-Costa Brava, exilio del equipo que preside su esposa, Isabel Tarragó, desde que ascendiera a la división de plata.

En los 611 encuentros anteriores con Alsina en el cuadro técnico -no siempre como responsable oficial, ya que no disponía de la documentación pertinente para ejercer su cargo y 'delegó' en técnicos como Lluís Carrillo-, el Llagostera ganó 296, empató 144 y perdió 171, con tan solo un descenso de categoría, el de la campaña 2015-2016 a la Segunda B en la que ahora deja al equipo, después de una campaña, la actual, en la que no aseguró su permanencia hasta la penúltima jornada.

Alsina y Tarragó, máximos accionistas de la entidad, deberán ahora decidir quién se pone al frente de la UE Llagostera de cara a la próxima temporada. De momento, la afición azulgrana podrá despedir del banquillo este sábado a un personaje clave para explicar la meteórica progresión del equipo, que recordó a la de aquel Mollerussa de los años 80 que también acabó jugando en Segunda A. El fin de una etapa inolvidable.