Hubo rúa y celebración el día después de la paliza a la Arandina

Olot, una fiesta tras el histórico ascenso a Segunda B

La capital de La Garrotxa homenajeó al equipo de Alex Terma el dúa después de una gesta que nunca olvidarán

J. Ll. Ponce

La ciudad de Olot vivió las primeras horas del domingo devorando todas las informaciones que hablaban de la remontada de los de Alex Terma ante la Arandina. Por la tarde, la plantilla recibió el reconocimiento de la población con la visita al Ajuntament de la capital de La Garrotxa.

Los jugadores, que justo al acabar el encuentro habían protagonizado una rúa improvisada por las calles de Olot, comparecieron en la Casa Consistorial y fueron homenajeados por las autoridades locales. Posteriormente, después de que el presidente, Joan Agustí, firmara en el libro de honor del Consistorio, los protagonistas del ascenso salieron al balcón para dirigirse a los aficionados que se congregaron bajo el mismo.

Fue el punto final a una celebración que ahora dará paso al trabajo. Edu Vílchez se pondrá al frente del equipo para conformar una plantilla que plante cara en su primera experiencia en la Segunda División B. 

UN SÁBADO INOLVIDABLE

El estallido de júbilo que se produjo en el Municipal después del gol de Edile, que sustituyó al pitido del árbitro para decretar el final del encuentro, fue la viva imagen del desahogo y de la alegría después de casi once meses luchando por un sueño. El Olot había logrado el ascenso a Segunda B por primera vez en su historia. Una gesta que, de rebote, llevó la felicidad a El Masnou, que sube a Tercera, a El Catllar, que asciende a Primera Catalana, y a Calafell, que se mantiene en Segunda Catalana.

El 3-2 de Aranda de Duero y la 'empanada' que sufrió el equipo a raíz del gol encajado al filo del descanso en El Montecillo eran las mejores señales de aviso para que los futbolistas salieran concentrados. ¡Y vaya si salieron enchufados! Cuando sólo habían transcurrido tres minutos de partido, una jugada desde la banda izquierda de Francolí terminó en una extraña carambola que Carlos, aparentemente, hizo terminar en el primer gol de los de La Garrotxa. La inercia de este primer tanto hizo que los hombres de Álex Terma no dejaran respirar a un Arandina que se vio desbordado y tan sólo inquietó con un remate de vaselina de Gustavo. Tras una serie de ocasiones marradas, de nuevo Carlos enviaba el balón al fondo de la red tras un rechace del portero Juanjo. Los locales no desaprovecharon el desconcierto de la defensa rival y tan sólo dos minutos después era Raúl Rodríguez quien se beneficiaba de un garrafal error entre la defensa y el portero para anotar a placer el 3-0 con el que se marcharon al descanso.

Tras la reanudación, el gol de Gustavo hizo que las pulsaciones se multiplicaran en el Municipal, pero de nuevo Carlos, después de una brillante acción personal, y en el tramo final Edile cerraron el partido y dejaron paso a la euforia local con la correspondiente invasión de campo.