La historia de superación de tres para triatletas en el IRONMAN® 70.3® Marbella

“Fue muy emocionante ver cómo la gente se volcaba con nosotros cuando nos veía pasar”

José Cristóbal Ramos, Ramón Lage y Salvador Jiménez forman el "Team Sobre2ruedas Bike"

La historia de superación de tres para triatletas en el IRONMAN® 70.3® Marbella

José Cristóbal Ramos, Ramón Lage y Salvador Jiménez entrando en meta de la IRONMAN® 70.3® Marbella / IRONMAN®

Niguel Centeno

La unión hace la fuerza. Una frase hecha que se ha convertido del todo en realidad en el reto deportivo de tres para triatletas con diversidades funcionales: José Cristóbal Ramos, Ramón Lage y Salvador Jiménez. Los tres participaron el pasado domingo en el IRONMAN 70.3 de Marbella, formando equipo (Team Sobre2ruedas Bike) y con un resultado excelente. Una prueba que consiste en nadar 1,9 km, hacer 90 km en bici y correr una media maratón (21,1 km). Su historia se podría describir con muchas palabras, pero se puede resumir con tan solo un par: superación y emoción.

A todos ellos les une la pasión por el deporte y el hecho de que se han sobrepuesto a su situación para seguir adelante, haciendo lo que les gusta sin lamentarse de nada. José, por ejemplo, ya practicaba deporte antes de su fatal accidente cuando un día mientras entrenaba duro para preparar la Maratón MTB de su pueblo vecino, sufrió una fuerte caída que le produjo una lesión medular y le dejó sentado en una silla de ruedas. Ramón ya practicaba triatlón hace algunos años, pero un día mientras entrenaba en bici con su grupeta de costumbre fue embestido por un vehículo cuando estaban parados. Y Salvador tuvo que hacer frente, desde que tenía 21 años, a un osteosarcoma que le acabó causando la amputación de la pierna. Luego empezó con el deporte por sus problemas de sobrepeso y todavía recuerda el día que se subió por primera vez en la bici con la prótesis y no fue capaz de hacer más de 3 km.

Y unos años más tarde se encuentran para superar el reto de Marbella. Ramón, en la sección de natación, Salvador afrontando los 90 km de ciclismo y, por último, José Cristóbal Ramos Jiménez corriendo con su silla de atletismo el medio maratón final con llegada al Puerto de Banús de Marbella. Spoiler: Al final cruzaron la meta juntos con una alegría indescriptible. Con un registro admirable de 4 horas y 54 minutos.

Un reto y una motivación

Todo empezó cuando Salvador, que ya participó en solitario hace dos años, propuso a sus dos compañeros la idea de formar un equipo en esta nueva edición del popular IRONMAN 70.3 de Marbella. Dicho y hecho. La propuesta fue muy bien recibida y se lo tomaron como una aventura y un reto ilusionante, sobre todo teniendo en cuenta que los tres son de la provincia de Málaga.

El objetivo principal de su presencia conjunta en esta prueba, exigente y con un recorrido espectacular, era dar más visibilidad a los deportistas con diversidad funcional y, a la vez, lanzar un mensaje de motivación a todos aquellos que tengan dificultades para que consigan lo que se propongan. ¡Y podemos dar buena fe de que lo han conseguido! Su tenacidad y pasión por el deporte (y la vida) les ha impulsado para superar este reto.

Además de ser un reto conjunto, cada uno de ellos tenía su propia motivación personal. Es el caso de Ramón, que estaba entrenando para competir en este IRONMAN 70.3 hace unos años, cuando sufrió un grave accidente tras ser embestido por un coche. Por su parte, José Cristóbal, uno de los para triatletas más destacados de España, apuntaba antes de la carrera que su fuente de motivación también era “ayudar a que Ramón vuelva a competir, se reencuentre con esa sensación y lo disfrute”.

Una experiencia inolvidable

Precisamente, Ramón fue el primero del equipo en abrir la competición en la prueba de natación. Una entrada que recuerda de esta manera: “Me costó un poquito entrar, porque las olas me arrastraban hacia la orilla hasta que ya pude ponerme boca abajo y empezar a dar las primeras brazadas. Una vez que empiezas a dar las primeras brazadas ya te concentras en lo que estás haciendo”, añade con satisfacción. La salida del agua también presentaba dificultades para él, porque el proceso de transición es más lento que el de sus compañeros, al tener que ponerse de nuevo la prótesis y caminar antes de pasar el relevo a Salvador. Para los amantes de las cifras: hizo este segmento en 41 minutos y 34 segundos.

Nervios. Con muchos nervios. Así se encontraba Salvador el día de la prueba mientras esperaba la llegada de Ramón tras nadar los casi 2 kilómetros iniciales. “Recuerdo los nervios al verlo salir del agua, cada vez que se acercaba a mí, mis pulsaciones se pusieron a cien por hora, como si estuviera ya en competición”, explica el capitán del equipo. En su cabeza tenía el objetivo de hacer los 90 km en bicicleta en menos de tres horas. Y así lo hizo: 2 horas y 58 minutos fue el tiempo que tardó en cubrir su segmento antes de dar el relevo a José.

La historia de superación de tres para triatletas en el IRONMAN® 70.3® Marbella

Salvador Jiménez hizo 2 horas y 58 minutos en los 90km en bici / IRONMAN®

El tramo final, y no menos duro, con 21 km por delante, estaba en manos del José Cristóbal. Este triatleta parapléjico, con más de siete años de carrera, recorrió en su silla de atletismo el medio maratón en Puerto Banús, en 1 hora y 8 minutos, y afirma que “ha sido una experiencia inolvidable, creo que es la carrera más gratificante y emotiva que he realizado hasta ahora”. En este sentido, destaca que en su trayectoria deportiva “no he visto nada igual”. “Gracias al apoyo recibido, tanto dentro de la prueba por voluntarios y organización, como el del público y los propios corredores, nos ha llevado en volandas para conseguir nuestro reto”, remarca.

La llegada a meta, un recuerdo para toda la vida

Sin duda, coinciden los tres, la entrada a meta todos juntos cuando José se acercaba al arco de triunfo es la parte que más recuerdan con emoción. “Es una foto espectacular que guardamos en la memoria, demostramos que uno se puede sobreponer a todo y cumplir con sus objetivos”, afirman.

Con el mismo sentimiento guardan en el recuerdo todo el apoyo recibido durante el transcurso del IRONMAN 70.3 Marbella. Sus palabras así lo describen: “Fue muy emocionante ver cómo la gente se volcaba con nosotros cuando nos veía pasar, nos animaban en muchos idiomas distintos”. Un agradecimiento que también trasladan a la organización de este evento deportivo, The IRONMAN Group, por el apoyo recibido en su sueño (ahora una realidad) de competir juntos y por dar visibilidad al deporte adaptado.

Tenaces como son, ya tienen en mente su próximo reto deportivo. Y se trata ni más ni menos que terminar un IRONMAN completo. Se sienten preparados y con su ejemplo en Marbella ha quedado claro que con esfuerzo, ilusión y preparación pocas cosas son imposibles.