Desequilibrio al poder

Es un extremo africano que lleva años destacando en las categorías inferiores azulgranas

Bah, durante un partido con el FC Barcelona

Bah, durante un partido con el FC Barcelona / David Ramírez.

Hace unos años, en la cantera del FC Barcelona había varios jugadores africanos que destacaban por su velocidad. Muchos de los que les veían jugar decían que solo eran jugadores de rendimiento inmediato, que en dos años o así ya no estarían en el club. Y en la mayoría de ocasiones acertaron aunque como siempre hay excepciones. El protagonista de esta semana es uno de ellos. Se trata de Mamadou Saidou Bah. Un extremo que lidera el Cadete A de Carles Martínez tras toda una vida en el club azulgrana. 

Nacido en Guinea Conakry, Saidou vino a España a los tres años. El primero en venir fue su padre, que no se pierde ninguno de sus partidos, para buscar trabajo. Al cabo de un tiempo, llegó toda la familia y se instalaron en Igualada. Sus primeros pinitos en el mundo del fútbol los hizo en el Odena, equipo cerca de su ciudad. Jugaba con niños dos años mayores que él y en un año logró convencer a los responsables azulgranas. Recaló en el Benjamín D que entrenaba Jordi Pérez. El entrenador azulgrana ha sido una de las personas del que mejor recuerdo guarda de su paso por el fútbol siete. Para Mamadou, el balón era su motor de vida y lo practicaba tanto en casa como en la escuela. 

Durante su infancia, Saidou destacaba por su gran envergadura. En un mundo de envidias como es el fútbol, más aún el base, tenía que aguantar ciertos comentarios durante los partidos que jugaba por ser más alto que el resto. Él se olvidaba de lo que pasaba fuera del terreno de juego y se limitaba a jugar, que es lo que le divertía. En el Barça poco a poco se fue afianzando como una de las referencias del equipo y el punto álgido lo tuvo en el Alevín A. Ese año es el que se disputa LaLiga Promises, torneo del fútbol siete por excelencia. El torneo internacional se disputó en Barranquilla (Colombia) y Mamadou se salió. Ante los mejores equipos de su generación fue clave en el triunfo y metió un gol de tacón en la gran final. Lo mismo hicieron en la de Miami unos meses después con él como protagonista. 

En el Barça todo parece muy idílico pero también hay momentos tristes. Por ejemplo, los finales de temporada. Cada año se tienen que despedir jugadores para hacer sitio a los fichajes. Mamadou destaca por su timidez aunque en el vestuario cuentan que su simpatía te cautiva. Él ha ido ascendiendo de equipo en equipo y ha visto irse a la mayoría de los jugadores con los que empezó. Tanto es así que desde su llegada en el 2011, solo quedan en el Cadete A tres jugadores: Xavi SimonsAlejandro Balde y él. También está Arnau Ollé, aunque arrancará en el Cadete B. 

En el campo, Mamadou es un jugador muy rápido. Su velocidad es una de las mejores armas de su equipo en la faceta ofensiva y no dudan en aprovecharla. Tanto es así que, en un derbi en Infantil A ante el RCD Espanyol, su actual entrenador Carles Martínez diseñó un partido para que él fuera protagonista. Y lo fue. Ahora, Mamadou, está centrado en realizar un gran año en el Cadete A. Sabe que es complicado llegar al primer equipo pero sueña con ser uno de los primeros africanos que lo logra tras una vida en la Masia. 

Cena de bienvenida a los nuevos residentes de La Masía

El miércoles por la noche tuvo lugar una de las tradiciones que en los últimos años han tenido lugar en la Masia: el encuentro entre nuevos jugadores que viven por primera vez y los que ya formaban parte. En primer lugar realizaron un divertido juego de preguntas y respuestas en torno a las normas de convivencia de la residencia del FC Barcelona. Después disfrutaron de un espectáculo de magia Para la temporada 2018/19 serán 25, los nuevos jugadores, que empiezan a residir en La Masia. 16 son jugadores de fútbol, 1 de fútbol sala, 1 de balonmano y 7 son jugadores de baloncesto.

El central Diego Almeida puede jugar con España o Ecuador

Durante este verano, el central del Cadete A Diego Almeida acudió a los entrenamientos de la selección sub-15 de Ecuador. Allí no paso desapercibido la llamada de un azulgrana en su selección. Sin embargo, Diego Almeida también puede jugar con la selección española (nació en Rubí) y espera ser convocado. El azulgrana aprovechó que estaba de vacaciones en Ecuador con sus padres para asistir a la convocatoria aunque está ilusionado con la posible llamada de la selección española. De momento puede ir combinando las dos y en un futuro decidirá.