MIC 2016

Solhi: "Jugar contra el Barça sería un sueño hecho realidad"

Tras vivir de cerca los atentados de Bruselas, Youssef Solhi, entrenador del cadete del KAS Eupen, solo piensa en disfrutar de lo que les hace felices, el fútbol

Solhi sueña con enfrentarse al conjunto azulgrana

Solhi sueña con enfrentarse al conjunto azulgrana / sport

albert rogé

Sitúanos. Te citas con tus jugadores en el aeropuerto de Bruselas. Ibais a volar a Barcelona para poder participar en el MIC pero algo va mal…

Quedamos a las 8. Yo llegué a las 7:30. Estaba en el panel de salidas. Cinco minutos antes de las ocho, empecé a prepararme para su llegada y entonces, a mi derecha, escuché una explosión. Me di cuenta que era una bomba.

¿Estabas solo?

Sí.

¿Y qué haces?

Salí hacia la derecha, salté un muro y me protegí. En ese momento, a mi lado, hubo la segunda explosión.

Y todo esto sin saber nada de tus jugadores…

Exacto. Empecé a ayudar a la gente que salía del sitio de la explosión y vi a uno de los míos.

Respiraste un poco más tranquilo, imagino.

Sin ninguna duda, él me explicó que un grupo de jugadores estaban dentro. Otros se habían escondido en la cocina pero por suerte no había ningún jugador herido.

De la primera explosión a que tengas a todos tus jugadores contigo, ¿cuánto tiempo pasa?

Más o menos, unos 20 minutos.

¿Los 20 minutos más largos de tu vida?

Sí, había mucha gente herida cerca de mi posición. Fue muy duro.

Una vez estáis todos juntos, ¿cómo ves a tus jugadores?

Hablaban entre ellos. Alguno explicaba que había visto gente mutilada en el suelo, sin piernas, con sabanas en la cabeza. Son jóvenes y se hacían muchas preguntas.

En ese momento, eres como su padre, la persona que les tiene que proteger… 

Sabía que tenía que ser fuerte. Hablé con ellos en grupos de dos o tres y todos te contaban lo que habían visto.

Tras pasar esta mala experiencia, los dirigentes del Eupen os reunís para decidir si viajáis al MIC u os quedáis en Bélgica

El club habló con los padres. Surgió la opción de coger un avión en Alemania pero algunos no lo veían muy claro y decidimos poner un autocar, aún sabiendo que eran muchas horas de viaje. Además, una de las madres, que era psicóloga, nos aconsejó que fuéramos al torneo porque les iría bien a los jugadores.

¿Todos los jugadores viajaron?

Todos excepto uno. Quedó muy impactado. Vio muchas cosas que no debía ver pero ya está mejor. Habló con sus compañeros y les dijo que le hubiera gustado disfrutar de esta experiencia con ellos.

 Y en esas 16 horas de viaje, ¿cómo era el ambiente?

Mucho silencio. Les aconsejé que descansaran porque el viaje era largo y necesitaban desconectar de todo lo que habían vivido en las horas anteriores.

Desde el primer momento, la organización del MIC estuvo a vuestro lado. Es esa una de las claves de que el MIC sea mucho más que un torneo de fútbol?

Juanjo (director del MIC) nos ayudó. Me dijo que hiciéramos lo que tuviéramos que hacer. Sin prisas. Buscar la mejor solución y que cualquier cosa podíamos contar con su ayuda. Al enterarse que llegábamos más tarde, nos aplazó el partido para que tuviéramos tiempo para prepararlo.

Una vez llegáis a Lloret y bajáis del autocar, ¿cuál es vuestra sorpresa?

Pues estaban muchos equipos esperando nuestra llegada, la gente del MIC…

Y el Barça.

Sí, no sabíamos que habían preparado algo para nosotros. Fue importante ese recibimiento porque le dio una fuerza a la plantilla que muchos necesitaban. Para nosotros el Barça es nuestro modelo. Muchos de nuestros entrenadores se han formado en la Masia y admiramos su manera de jugar.

En el tema deportivo, ¿cuál es el objetivo del KAS Eupen?

Una vez estamos aquí, queremos disfrutar. Llegar lo más lejos posible porque somos competitivos y nos gusta ganar.

Y si tuvieras que pedir un deseo, ¿cuál sería?

Llegar a semifinales.

¿Ante el Barça?

Eso ya sería un sueño hecho realidad.