Mika Mármol, nunca darse por vencido

A Mika Mármol le echaron del Barça en alevines y tras formarse en Damm y Jàbac ha vuelto a la Masia

Mika, en el derbi del Juvenil A ante el RCD Espanyol

Mika, en el derbi del Juvenil A ante el RCD Espanyol / David Ramírez

Albert Rogé

Albert Rogé

Si te echan del Barça no es un fracaso. Y si alguna familia lo piensa, se equivoca. Cada verano las lágrimas llegan a la Ciudad Deportiva Joan Gamper cuando el club informa de las bajas. Pero el mundo no se termina en el Barça. Cierto es que la Masia es la mejor escuela de formación del mundo. Con los mejores entrenadores. Con las mejores instalaciones. Con los mejores compañeros. En eso no hay discusión. Como tampoco la hay en que hay muchos jugadores que han tenido que abandonar el fútbol base del Barça de pequeño y con el paso de los años han vuelto a recibir la llamada. Uno de los ejemplos lo tenemos con Mika Mármol, lateral izquierdo que arrancó la temporada en el Juvenil B y que su buen nivel lo ha llevado al Juvenil A. Su última actuación en el encuentro de Youth League, en el Mini Estadi ante el Hertha, demuestra que su progresión es espectacular y que la posición de lateral izquierdo es una de las mejores cubiertas en la cantera azulgrana. 

Como decíamos, Mika conoce muy bien la cara más amarga del fútbol.  Pero antes de ello vivió unos años maravillosos. Fue a los tres cuando empezó sus pinitos con el balón. Lo hizo en el Camping Creixell, uno de los sitios que nunca olvidará por lo que representa en su vida. También lo solía hacer en el patio de la escuela y en el parque de al lado de su casa, en Terrassa. El equipo de la ciudad fue su primer equipo con cuatro años. Solo estuvo una temporada y se fue a la escuela del Barça. En el club azulgrana, siempre atentos a la Escuela lo descubrieron y formó parte de la plantilla del prebenjamín azulgrana. Tras esa etapa, pasó a Benjamín dónde realizó los dos años de formación. Al pasar a alevines, el Barça le comunicó que no contaba con él para la próxima temporada. Era un palo duro para un chico que disfrutaba vistiendo la camiseta azulgrana pero sabía que no se podía detener. Fichó por el Jàbac y Terrassa y jugó con una generación mayor a la suya. Esa campaña lo bordó y la Damm se fue a por él. En club cervecero es dónde ha realizado toda su formación como futbolista. Cuando llegaba el inicio de la División de Honor Cadete, Mika decidió volver al Jàbac. Y acertó de lleno. Allí se reencontró con su mejor fútbol y cuajó actuaciones espectaculares. En el Barça andaban buscando un lateral izquierdo fuera de Catalunya para sustituir a Joel López, que se fue al Arsenal. Sin embargo, no encontraron a ninguno que tuviera el nivel tan alto de Mika y el regreso a la que fue su casa se convertía en una realidad. 

En el Barça arrancó la campaña con el Juvenil B. De la mano de Franc Artiga, el lateral izquierdo empezó la pretemporada como un filón. Suya fue la banda izquierda y acumulaba titularidades semana tras semana. Su buen nivel, acompañado de varias lesiones de compañeros, le auparon al Juvenil A. Mika se lo tomó como un nuevo reto y ha seguido brillando. A pesar de ser lateral, ya ha estrenado su casillero como goleador. Ahora le toca seguir. Eso le dicen sus padres. Y él conoce bien el camino a seguir.