El método Pimienta

García Pimienta lleva media vida en el Barça, como jugador y como entrenador. Aunque las circunstancias no sean las mejores, entrenar al Barça B es un merecido premio para él

García Pimienta lleva media vida en el Barça, como jugador y como entrenador. Aunque las circunstancias no sean las mejores, entrenar al Barça B es un merecido premio para él / FCBARCELONA.CAT

Josep Capdevila

Josep Capdevila

Hace tres años, Francesc Xavier García Pimienta ya estuvo a punto de ser entrenador del Barça B. Al final, sin embargo, el club se decidió por Gerard López y no ha sido hasta ahora cuando al técnico le ha llegado su oportunidad.

Se ha pasado media vida en el Barça. Comenzó jugando en el alevín B, llegó hasta el primer equipo y como entrenador lleva en la casa desde el año 2001, aunque estuvo dos años fuera. Ha tenido el privilegio de trabajar con futbolistas como Leo Messi, Gerard Piqué o Cesc Fàbregas y ello le da un gran bagaje y le convierte en una garantía para conseguir el éxito en todo aquello que se proponga.

Vamos a explicar cuál es el ‘método Pimienta’, su filosofía futbolística que ahora aplicará en el filial. 

DEFENSOR A ULTRANZA DEL ADN BARÇA

García Pimienta jugó un solo partido de Liga con el primer equipo del Barça. Fue en el campo del Deportivo, con Carles Rexach en el banquillo. Fue la temporada en la que Núñez echó a Cruyff y Charly se hizo cargo del equipo. Pero hasta llegar hasta ahí, pasó por todos los equipos inferiores del club. Eso quiere decir que se impregnó desde dentro de la filosofía Cruyfista. Y lo del ADN Barça lo tiene más que asumido. No concibe otra manera de entender el fútbol y así se ha podido comprobar con todos los equipos que ha ido entrenando.

FORMAR JUGADORES ES COMPATIBLE CON COMPETIR

Pimienta lo tiene claro. En el fútbol base del Barça lo que importa es formar jugadores para que algún día puedan llegar al primer equipo. Pero esa formación de jugadores tiene que ser compatible con ser altamente competitivos. “Pimienta compagina muy bien la formación-aprendizaje del jugador con la competividad que exigen los equipos de fútbol base de un club de primer nivel. Están obligados siempre a luchar por las primeras posiciones en torneos, amistosos o campeonatos de Europa”, explica Pep Muñoz, técnico del fútbol base del Barça durante cuatro temporadas y actualmente segundo de Jordi Vinyals en el Qingdao Huanghai de la segunda División china.

EL 4-3-3 ES SU SISTEMA, PERO CON VARIABLES

Como en los casos de Cruyff o Guardiola, el sistema de juego de García Pimienta se basa en el 4-3-3, pero siempre en función del tipo de jugador que tenga. “Sabe leer muy bien los partidos. La primera idea es el 4-3-3 pero si tiene que variar por el bien del equipo, lo hace. Con él he jugado con el 4-3-3 normal, con falso 9... Muchas variantes”, explica Xavier Quintillà, actualmente en el Villarreal B y que tuvo a 

Pimienta de técnico. 

LE GUSTA INTERACTUAR CON LOS FUTBOLISTAS

“Es una persona muy alegre y que habla claramente. Le gusta interactuar con el jugador y preocuparse por su mejora”, explica el mismo Quintillà. En efecto, a Pimienta le encanta poder hablar con el jugador, consciente que éste necesita sentir la proximidad del entrenador. Tiene muy claro que debe explicarle al futbolista que la calidad técnica está antes que el poderío físico. No se trata de que el jugador haga las cosas porque sí, sino que sepa porqué tiene que hacerlo de una determinada manera y no de otra forma. Es por ello que le gusta hablar con los futbolistas a la vez que sabe escucharlos.

ESE PUNTO DE AGRESIVIDAD VITAL PARA EL EXITO

“Sus equipos tienen un punto de agresividad deportiva muy interesante de cara a un futuro dentro del fútbol profesional”, cuenta Pep Muñoz. “Sus equipos  están muy trabajados, con mucho carácter y muy agresivos con el balón. Sabe combinar los ataques de posesión con ataques verticales. Sus equipos son capaces de plantarse delante de la portería rival con muy pocos toques”, añade Xavier Quintillà. Dicho de otra manera, lo que busca Pimienta es que sus jugadores estén siempre muy intensos en defensa, intentando recuperar el balón para tener ventaja con respecto al rival y con un ritmo de juego muy rápido en ataque, intentando siempre hacer daño al rival. Es de esta manera como es más fácil poder conseguir  el éxito final.