El juvenil B del Barça encuentra la recompensa a su trabajo

El juvenil B del Barça suele ser uno de los equipos que cada año lo tiene más complicado. Son jugadores de primer año que muchas veces juegan contra otros hasta dos años mayores que ellos y la adaptación, el paso de cadete a juvenil, no siempre es fácil. También es por ello que este equipo, de la mano de uno de los técnicos más experimentados del fútbol base del club, García Pimienta, siempre suele ir de menos a más.

Y es que buenos mimbres no faltan. Pero esos buenos mimbres, a veces, también suponen un problema. Y esta misma semana lo estamos comprobando. Cuatro jugadores de este equipo, Dani Morer, Carles Aleñà, Carles Pérez y Marc Cucurella, han estado desde el lunes concentrados con la selección española sub'17. Y otro miembro del conjunto, el defensa Juan Brandariz "Chumi", está con la sub'16, ya que aún es cadete. Además, otros jugadores como el húngaro Matias Tajti, Oriol Busquets o Alex Blanco también han ido con sus selecciones en otras ocasiones. Todo ello dificulta, como es evidente, el trabajo de García Pimienta a la hora de preparar los partidos.

Si a todos esos factores le unimos la dificultad para marcar, podemos entender que la primera vuelta del equipo no estuviese a la altura de lo esperado. Pero este pasado domingo, en el primer partido de la segunda vuelta, el equipo encontró por fin la recompensa al trabajo hecho y goleó por 6-1 al quinto clasificado hasta ese momento, el Gironès-Sabat. Un partido que, sin duda, debe dar mucha confianza a estos jóvenes jugadores y empujarles hacia arriba.

El juvenil B del Barça está formado en su mayoría por jugadores provenientes del cadete A de la pasada temporada y con los refuerzos del portero Nico Campuzano (Valladolid); Juan Brandariz (Deportivo de La Coruña); Jordi Tur (San Rafael), Matyas Tajti (Academia Puskas); Alex Blanco (Valencia) y Marc Río (Cornellà, aunque ya había estado en el Barcelona).