Futbolista de cuna

Gerard Gómez, durante esta temporada

Gerard Gómez, durante esta temporada / DAVID RAMÍREZ.

Albert Rogé

Albert Rogé

Casi todos los protagonistas de este espacio tienen el fútbol como el centro de su vida. Pero pocos pueden decir que nacieron en mitad de un partido del Barça en la sala de partos de la Clínica Dexeus. Este es el caso de Gerard Gómez, el central que juega en el Juvenil B del Fútbol Club Barcelona.

Quizá por este suceso, toda su vida ha estado relacionada con un balón. Su primera palabra fue “tota”, que quiere decir pelota, aunque su primer deporte no fue el fútbol. Fue el baloncesto. Allí iba con sus mejores amigos pero tenía un problema: no se divertía. Y eso lo sabía su abuelo. Por ello, cuando Gerard tenía siete años, de forma secreta, se lo llevó a hacer una prueba con el club de su barrio, el Alzamora. Las superó sin problemas y tras comunicarlo en casa, se apuntó. En ese equipo estuvo tres años. Su etapa de formación en fútbol siete se completó en el Sant Andreu. Allí también estuvo tres años y en infantiles le fichó la Damm para competir en la División de Honor. 

Gerard es uno de esos casos que en el Fútbol Club Barcelona tienen controlado pero ya les va bien que vayan a la Damm. El club cervecero es el equipo que más se asemeja al juego azulgrana y si juegan bien allí, saben que lo harán bien en el Barça. Y así fue. En la Damm le hicieron sentirse importante y parte de ‘culpa’ de su fichaje por el Barça la tienen Jorge Freixes, que era su entrenador, y Mario García, que era el coordinador. Ambos supieron sacar el máximo potencial de un Gerard que ya lucía el brazalete de capitán. 

La llamada del Barça fue uno de los días más felices en la vida de Gerard. En su casa, Mónica y Jordi, sus padres, aún recuerdan la ilusión que le hizo al comunicárselo. Seguidor del Barça de toda la vida, lo primero que hizo fue llamar a sus abuelos José María y Loli y acto seguido a su mejor amigo Unai. Esa noticia merecía ser contada a las personas que habían participado en su formación como futbolista y le habían permitido llegar a vestir la camiseta del Barça.

UN FUTURO PROMETEDOR

Como jugador del Barça, Gerard vive los derbis ante el RCD Espanyol con mucha intensidad. Pero no solo lo hace por la rivalidad que hay entre ambos clubes. En su propia casa tiene a un jugador que representa ese escudo cada semana. Se trata de Ferran, el hermano pequeño de Gerard. Ambos llevan la rivalidad de manera muy sana aunque no esconden que cada uno defiende a los suyos. Ferran es un defensa que dará que hablar en los próximos años. Gerard lo sabe y por ello aprende de él a pesar de que sea más pequeño. En su palmarés ya tiene LaLiga Promises y luce el brazalete de capitán tanto en el RCD Espanyol como en su etapa en la selección catalana. Se nota que de liderazgo en su casa van sobrados. En el Barça, como es normal al llevar poco tiempo, aún no lo ha llevado. Y esa es una de las ilusiones que tiene Gerard para el futuro: Defender la camiseta del Barça y lucir el brazalete de capitán. Como Piqué. Y lo consiguió. Démosle tiempo a Gerard Gómez.