Fernando y Raúl Garcia-Alejo, pasión por una portería

Los dos hermanos comparten posición. Raúl defiende la del Cadete B del Barça y Fernando, la del Europa

Raúl (Barça) y Fernando (Europa) tras un partido del conjunto azulgrana

Raúl (Barça) y Fernando (Europa) tras un partido del conjunto azulgrana / sport

Albert Rogé

Albert Rogé

En la casa de los García-Alejo Pizarro saben perfectamente el sufrimiento que se vive debajo de una portería. Desde hace dos temporadas, Raúl defiende la portería del Fútbol Club Barcelona pero no ha sido el primero de la familia en ocupar esa posición. El primero fue su hermano mayor Fernando, quién tras formarse en la Escola de Futbol Orgèl·lia (EDFOR), probó fortuna en el División de Honor Juvenil del Menorca y ahora defiende la portería del Europa en Tercera División. Desde pequeño, Raúl tuvo como referente a su hermano. Él fue el que le enganchó la pasión por la portería y empezó a ocupar esa demarcación. Y se le daba muy bien. 

Los inicios de Raúl también fueron en la EDFOR, la escuela de fútbol situada en La Seu d’Urgell. Con el paso de los años ya se intuía que allí había futuro. Una de las pruebas que más lo demostraban es que era capaz de marcar de portería a portería. Algo poco habitual en edad alevín. Eso ya llamó la atención a varios clubes. El Barça lo vio por primera vez en un amistoso, con la selección de Lleida, que se disputó en la Ciutat Esportiva Joan Gamper. Sin embargo, el que apostó más por el joven guardameta fue la Damm. Fichó por el conjunto cervecero en su última temporada de fútbol siete. En su casa no olvidan ese año. Sus padres, Fernando y Balbina, se recorrían centenares de kilómetros de La Seu d’Urgell a Barcelona varias veces por semana para llevar a Raúl a los entrenamientos y los partidos. Por suerte, valió la pena. 

Una temporada fue suficiente para que el Barcelona viera que ese portero tenía que ser suyo. De esta manera, García-Alejo fichaba por el Infantil B de Sergi Milà.  

En su tercer año en el club, Raúl comparte la portería del Cadete B con Arnau Rafus. El guardameta azulgrana destaca por sus buenos reflejos y por tener un excelente toque de balón. Eso lo mejoró mucho en las Batallas de Solo Porteros. Se trata de una competición donde se enfrentan dos guardametas. Cada uno defiende su portería. La particularidad es que ellos son los que tienen que hacer gol, ya sea con lanzamiento con la mano o con el pie. 

En el aspecto humano, reside en La Masia desde su llegada. Allí destacan de él que nunca da problemas y siempre sabe comportarse. Tímido por naturaleza, se ha ganado el cariño de los responsables de la residencia. A diferencia de muchos, él tiene los pies en el suelo y se centra siempre a corto plazo. Solo pide una cosa: que le respeten las lesiones. Si es así, Raúl ya es feliz.