El extraño caso de Hiroki Abe

Fichado el 12 de julio con gran repercusión mediática -sobre todo en Japón-, tras debutar con la selección absoluta nipona con tan solo 20 años y apenas un mes después de que el Real Madrid lograra la contratación del exazulgrana Take Kubo -que dejó una espina clavada en el club barcelonista-, poco, por no decir nada, se ha sabido en los últimos meses de Hiroki Abe. 

El delantero, asolado por las lesiones, pasó de ser la gran esperanza para el filial a quedarse sin ficha federativa. Arrancó la pretemporada y en un amistoso en Girona se retiró lesionado. Fue el pasado 8 de agosto. Cundió el pánico y se temió por el tendón de su bíceps femoral del muslo derecho, el mismo que había sido operado en febrero de 2020 en Finlandia y del que había recaído en diciembre del mismo año el día de su regreso, en el miniderbi y cuando solo llevaba dos minutos sobre el césped del Johan Cruyff.

Pero el parte médico, comunicado por el club unos días después (el 14 de agosto) fue esperanzador pues hablaba solo de “molestias en los isquiosurales de la pierna derecha”.

Difícil integración

Fue la última comunicación oficial sobre Hiroki. Se quedó sin ficha y volvió a su país. Lo cierto es que no logró adaptarse a una nueva cultura y a un fútbol muy diferente.   

Y eso que el club hizo grandes esfuerzos para su integración, le puso un profesor de castellano, pero la barrera idiomática fue importante. Las continuas lesiones, también el coronavirus, multiplicaron las dificultades y el Barça le dio permiso para regresar con los suyos. Los meses pasan y poco más se sabe. Hiroki, que costó 1,1 millones de euros, tiene contrato hasta 2023. No se espera que vuelva a jugar de azulgrana.