El Barça B se agiganta en Oviedo

Ni el Oviedo ni el Carlos Tartiere impresionaron a un Barça B que sumó un punto peleado de inicio a fin con un fútbol más parecido al de un equipo experto y curtido en la categoría que el de un filial. No hubo cuarta victoria consecutiva lejos del Mini Estadi, pero el sabor de boca fue parecido. 

El Barça B salió valiente, con Cardona en punta, acompañado de Carles Pérez y Nahuel en las bandas, y con Aleñá por detrás. Pero era el Oviedo el que buscó llevar la iniciativa sobre un césped en malas condiciones, no apto para el juego combinativo. Tuvieron más el balón los de Anquela ante un filial bien plantado, seguro atrás, que dejó pocas opciones. La más clara fue el gol anulado a Toché, al que llegó un rebote por un disparo desde la frontal. El delantero superó a Ortolá en un fuera de juego muy justo que Cucurella parecía romper.

El Barça, por su parte, sin jugar un gran fútbol por el estado del terreno de juego, tuvo las oportunidades más claras. Cardona lo probó con una volea espectacular conectando un desplazamiento en largo desde la defensa. Sin dejarla caer probó a Alfonso Herrero, que envió a córner. A la contra, intentando sorprender, los de Gerard buscaban hacer daño. Pudieron hacerlo con algo más de acierto en el pase. Como en la contra organizada por Aleñá y Cardona que acabó en nada. O cuando el balón se le quedó atrás a Nahuel cuando se quedaba solo ante el meta carballón.

El segundo tiempo arrancó distinto. El Oviedo le puso más ganas, intensidad y, sobre todo, velocidad a su fútbol. El Barça B se vio obligado a dar un paso atrás para arropar a Ortolá. A Folch y Mossa les faltó puntería para poner en problemas al meta blaugrana. Los de Anquela iban con todo, metro a metro, acercándose también desde la esquina. El filial ni siquiera podía montar una contra en condiciones. El balón le duraba un suspiro. Cuenca, crecido, ejercía de líder de la defensa.

el filial se agiganta en defensa

Gerard reaccionó metiendo a McGuane por Nahuel y el Barça B empezó a despertar. Luego se marchó Cardona, lesionado, que dejó su sitio a Abel Ruiz. Los blaugrana, pese a la diferencia de edad, el escenario y el rival, supieron sobreponerse cuando más sufrían y, a ratos, imponerse. Sin ocasiones, pero con un oficio impropio liderado por Cuenca, Rivera y Aleñá. Ortolá quiso probar a sus compañeros con un grave error cediendo el balón al Oviedo en un servicio de puerta. Hongla salvó el gol en el último instante. Mirando entró por Carles Pérez para jugar los últimos cinco minutos, un cambio que buscaba cimentar aún más la defensa. 

Tanto creció el equipo con el paso de los minutos que acabó desesperando a los carballones, viendo como los blaugrana se anticipaban a todos los balones y defendían como si lo hubieran hecho toda la vida en Segunda División. El Barça B peleó el punto con el cuchillo entre los dientes y lo acabó sumando merecidamente. No fue la cuarta victoria seguida fuera de casa, pero el sabor de boca fue parecido.