Historia SPORT

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El Barça pone a La Masia ante el micrófono

Unos cincuenta residentes recibieron una clase práctica sobre comunicación impartida por Alfred Picó

El objetivo es ofrecer herramientas a los futuros profesionales para interactuar con los medios

La Masia vivió una jornada especial con un taller de comunicación

La Masia vivió una jornada especial con un taller de comunicación / VALENTÍ ENRICH

Ivan San Antonio

Ivan San Antonio

Quienes viven en La Masia, el centro de formación Oriol Tort, son elegidos, niños y jóvenes dotados de un talento único en sus respectivos deportes, proyectos de futuras estrellas del fútbol, el baloncesto o el hockey patines. Chicos y chicas que, el día de mañana, aspiran a convertirse en profesionales a los que les espera el mundo real. Quienes hoy gestionan su crecimiento hacen todo lo posible para que lleguen preparados. En todos los sentidos.

La residencia puso en marcha hace dos años el proyecto ‘Aula de formación continuada’, cuyo objetivo es “dotar a los deportistas de una educación que va más allá de la deportiva y académica”, asegura Mike Puig, director de La Masia. Esta iniciativa ha tratado temas como la salud mental, la prevención de adicciones o la forma de combatir actitudes machistas. También cómo actuar ante un micrófono a través de un taller de comunicación impartido por el profesor, periodista y escritor, Alfred Picó.

Mike Puig, director de La Masia

Mike Puig, director de La Masia / VALENTÍ ENRICH

Unos cincuenta residentes acudieron al auditorio para recibir una clase práctica de cómo responder a la prensa tras un partido en zona mixta o en una entrevista, situaciones que, si todo sale bien, vivirán de forma habitual y para las que nadie les ha preparado. “Todo lo que podamos hacer aquí les puede ayudar en el futuro, son deportistas cuya exposición mediática es mucho más grande que cualquier chico o chica de su edad”, señala Puig.

A Alfred Picó le costó encontrar voluntarios entre quienes se interesaron por su clase. La mayoría son adolescentes que se sienten más cómodos vestidos de corto que ante las preguntas de los periodistas, aunque acabaron siendo varios los que completaron los ejercicios previstos. Uno de ellos se realizaba en pareja y consistía en ponerse en el papel de un periodista y un deportista profesional. Daniel Ávila, Rodrigo Barrios y Bruna Quintana fueron algunos de los residentes que, animados por Picó, escenificaron momentos que algún día vivirán en la realidad.

Alfred Picó, frente a los residentes de La Masia

Alfred Picó, frente a los residentes de La Masia / VALENTÍ ENRICH

El profesor les pedía que huyeran del tópico “partido a partido”, del “no hay rival pequeño”, les animaba a que hablaran de sensaciones personales, que describieran el partido “como si fuerais periodistas porque nadie lo ha visto mejor que vosotros mismos”. También les hacía ver las bondades que supone “ponerse en el lugar de los aficionados” con mensajes de complicidad. Obviamente, exigía que estructuraran sus declaraciones compartiendo pequeños trucos con los que ganar confianza como construir su relato mentalmente a partir de tres conceptos que luego debían desarrollar.

Picó, en una de las imágenes proyectadas, puso de ejemplo unas declaraciones recientes de Pedri González en las que reconocía que “nos cuesta cerrar los partidos” y aseguraba “estar muy contento” por haber “mejorado con el gol”. La clase se prolongó durante algo más de una hora y, como comentó Puig, la formación “es una lluvia fina que espero que les sirva para el futuro”.