Arnáiz y Aleñá no fueron suficientes para superar al Oviedo

Ivan San Antonio

Ivan San Antonio

Cuatro partidos en el Mini Estadi: una victoria, dos derrotas y un empate, el logrado este domingo ante el Oviedo en un partidazo de fútbol que engrandece la categoría y, sobre todo, a los dos equipos que lo disputaron. Talento, calidad, sacrificio, solidaridad y esfuerzo sin reservas por ambos lados. Por ocasiones, el resultado (1-1) puede parecer justo; por insistencia en ataque, seguramente el Barça B mereció, sobre todo en la segunda mitad, llevarse los tres puntos. Los de Gerard López siguen creciendo.

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LIGA 123

1
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Alineaciones
FC BARCELONA
Ortolá, Morer (Tarín, 82'), Cuenca, Costas, Cucurella, Fali (Vitinho, 75'), Busquets, Aleñá, Sarsanedas (Carles Pérez, 63'), Arnáiz y Lozano.
REAL OVIEDO
Juan Carlos, Cotugno, Héctor Verdés, Carlos Hernández, Christian Fernández (Mossa, 90'), Forlín, Ramon Folch, Aarón Ñíguez, Ramon Folch, Matej Pucko (Linares, 51'), Toche y Saúl Berjón (Owusu, 75').

El técnico dispuso el once que tenía previsto para medirse al Nàstic, con Ortolá debutando en la portería, la principal novedad, y con Aleñá, liberado de la Sub 21, liderando el centro del campo. Por él pasaron todos los balones durante la primera mitad que lograban romper líneas y plantarse con peligro en territorio carbayón. El de Mataró recibía en la media punta y servía para Arnáiz y Lozano, que se peleaban con una defensa ordenada y solidaria.  Costaba. La mejor ocasión fue en una contra iniciada por Aleñá, que acabó con un pase atrás de Arnáiz al propio Carles. De primeras  disparó fuera.

Los asturianos, equipo compacto y serio, dejaba pocos resquicios por los que colarse. Eso les impedía ser más incisivos en ataque, donde Aarón Ñíguez llevaba la iniciativa. Mucha igualdad, con mayor posesión para los blaugrana, pero pocas ocasiones claras. El equipo de Anquela obligaba al de Gerard a picar piedra, a trabajar el partido. El talento, la calidad individual, parecía el único camino posible. Y así fue, aunque fruto  de un rechace, el de Cucurella en defensa. El balón lo peinó Lozano para que, con velocidad  y pontencia, Arnáiz se plantara, algo escorado, en el área. Con un fino recorte y una definición espectacular, adelantó al Barça B

Toda la segunda mitad por delante y un Oviedo que salió tras el descanso con una marcha más. La Segunda División es exigente hasta el límite. Y no perdona. Carlos Hernández, sin marca, remató un córner a los cuatro minutos para empatar. Vuelta a empezar. Con cada balón peleado como si fuera el último y dos equipos a los que un punto sabía a poco, pese a que esto solo ha hecho que empezar. Ramon Folch probó desde fuera del área  a Ortolá, que detuvo en dos  veces. 

El agobio  inicial fue, poco a poco, desapareciendo al ritmo que el Barcelona B volvía a mover el balón con criterio. De hecho, con el Oviedo algo más desgastado pese a su arranque arrollador tras el descanso, las mejores ocasiones las tuvo el filial en la segunda mitad. Y casi siempre con Arnáiz como protagonista. Hasta tres disparos  bastante claros tuvo el delantero, escupidos por la tupida defensa de Anquela, que pareció conformarse con el punto con el paso de los minutos. Todo lo contrario que los blaugrana, desbocados en ataque. Aleñá se la puso a Lozano y Juan Carlos envió a córner. 

Un despiste estuvo a punto de costar el segundo del Oviedo, pero Owusu, solo, disparó fuera. Fue de lo poco que condedió el equipo en la última media hora de partido, una oda al fútbol ofensivo intencionada con la entrada de Carles Pérez y Vitinho. Nadie habría podido restar méritos si hubiera llegado el segundo gol blaugrana, buscado sin pausa, con intensidad y convicción. Pero los carbayones defendieron el punto hasta que pudieron subirlo al autocar.