X1, la modalidad de fútbol total que levanta pasiones en Brasil

Nacido en los barrios pobres de Recife, es un uno contra uno en canchas de fútbol 7, que tiene fans como Dani Alves o Ángelo

El X1 conecta con el público por su autenticidad y porque enlaza con la tradición de ensalzar los recursos técnicos

El X1 es un uno contra uno jugado en canchas de fútbol 7

El X1 es un uno contra uno jugado en canchas de fútbol 7 / Instagram

Joaquim Piera

Joaquim Piera

En la entrevista exclusiva que Ángelo concedió a SPORT, el extremo zurdo del Santos de 17 años, sobre el cual el Barça tiene una opción de compra de 35 millones de euros, explicaba que devoraba todo el fútbol televisivo que podía, y especificó que veía partidos de X1.

Creada en 2018 en los barrios pobres de Recife, esta modalidad empezó a jugarse en campos de tierra y rápidamente se popularizó entre los jugadores de fútbol sala y fútbol 11. Ahora se disputa en campos de hierba artificial de fútbol 7, en un uno contra uno en toda la cancha, con un portero en cada equipo. Es un duelo de dominio de recursos técnicos, de capacidad de encarar, de desbordar… y, claro, de humillar al adversario con regates imposibles, lo que acaba levantando ampollas entre los participantes y subiendo, a veces demasiado, el tono del encuentro.

Es la síntesis del fútbol brasileño, de aquello que lo diferencia del resto del mundo y sobre lo que se fundamentaron sus mayores éxitos: una alegoría a la técnica individual en una época de racanería, en la que el ‘jogo bonito’ y el ‘futebol arte’ suena a un eslogan vacío. Aquí radica su éxito, principalmente entre los jóvenes, que lo ven como algo genuino y auténtico, porque ha nacido entre las clases populares.

El X1 alimenta la rivalidad y ya creó su star system en Brasil

El X1 alimenta la rivalidad y ya creó su star system en Brasil / Instagram

Ángelo no es el único futbolista enganchado al X1 (se pronuncia ‘xis um’ en portugués). Dani Alves (con su eterno complejo de Peter Pan), Neymar Jr., Richarlison o David Luiz (ahora en el Flamengo) comentan, en las redes sociales, los partidos más destacados, lo que ha servido para que el deporte ganara visibilidad y popularidad. Las transmisiones televisivas también han ayudado, y mucho, a su difusión. La secuencia de driblings lo convierte en un espectáculo agradable de ver. 

El X1 ya ha creado su propio ‘star system’, con los dos mejores futbolistas, que, como o podía ser diferente, son brasileños: Vassoura y Daniel Coringa. La rivalidad de más de tres años se convirtió en enemistad y ya han llegado incluso a las manos. Ambos disputaron en diciembre en el estadio de Arruda (en Recife) la final del primer Campeonato del Mundo, reconocido por la Federación Internacional de Fútbol 7.

El torneo contó con los mejores jugadores de Brasil y de selecciones nacionales de fútbol 7 representando 10 países. Se impuso Daniel Coringa, como había hecho en 2020 rompiendo con tres años de invencibilidad de su rival. En esta ocasión, se llevó el cinturón de campeón (no se entrega una copa) en los lanzamientos de ‘shoot out’ (mano a mano con el portero), tras acabar 3-3 el encuentro.

El X1 lo tiene todo para ir ganando fans, en un contexto en el que la sociedad brasileña, siempre abierta a las novedades y al espíritu innovador, ha abrazado deportes no tradicionales, coincidiendo con el letargo de la Seleçao de fútbol, con quien la ‘torcida’ tiene cada vez menos apego. Los nuevos aires triunfaron en los últimos JJOO de Tokio con el surfista Italo Ferreira (oro) o los skaters Kevin Kelvin Hoefler (plata, en street), Pedro Barros (plata, en park) y un fenómeno de masas como es Rayssa Leal, conocida como ‘Fadinha’, (plata, en Street) que compitió con 13 años.