La Seleçao femenina renuncia a las cinco estrellas

Valeria, con el nuevo uniforme de la Canarinha, celebra su gol contra Ecuador

Valeria, con el nuevo uniforme de la Canarinha, celebra su gol contra Ecuador / sport

Joaquim Piera

Joaquim Piera

Brasil ha dado un paso histórico en la normalización del fútbol femenino. La Canarinha, que entrena la técnica sueca Pia Sundhage, ha convertido el estreno de sus nuevos uniformes en acto reivindicativo. La principal novedad radica en el hecho de la desaparición sobre el escudo de la CBF de las cinco estrellas, que ilustran cada uno de los cinco Mundiales que la selección masculina ha logrado: en 1958, 1962, 1970, 1994 y 2002.

Brasil presentó su nueva indumentaria, con su característico color amarelinho, con una goleada a Ecuador (6-0) en un amistoso disputado en la Neo Química Arena, de Sao Paulo. Este era el primer compromiso de las brasileñas tras ocho meses de inactividad por culpa de la pandemia del Covid-19.

Las internacionales canarinhas han celebrado la puesta en escena de su nueva camiseta como una victoria del fútbol femenino. “Brasil es reconocido como el país del fútbol por todo lo que nuestra selección conquistó, por sus grandes jugadores, pero ahora vivimos un momento diferente… nosotras somos quienes vamos a conquistar nuestra propia estrella, llevaremos las estrellsa que seamos capaces de ganar y este reto es genial, ya que nos sentimos motivadas a realizarlo”, ha declarado Andressinha, una de las jugadoras banderas de la Seleçao.

En esta misma línea, Debinha, una de las futbolistas destacada de la NWSL, la liga estadounidense, ha subrayado que “estamos viviendo momentos de cambio para el fútbol femenino y es un orgullo poder participar de esta evolución”.

A pesar de contar con Marta, cinco veces elegida la mejor jugadora del planeta por la FIFA, la Canarinha aún no ha podido ganar ninguna Copa del Mundo. Sus mejor clasificación fue en China 2007, cuando perdió la final contra Alemania (2-0), y en Estados Unidos 1999, cuando tuvo que conformarse con la tercera posición. En los Juegos Olímpicos, las brasileñas conquistaron la plata en Atenas 2004 y Pekín 2008.