Historia SPORT

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La representante más poderosa del fútbol brasileño

Marisa Alija es pionera en BrasiL y ha tenido el mérito indiscutible de hacerse un espacio "en un mundo machista"

Se abrió paso en el fútbol profesional como abogada y hoy maneja una interesante cartera de más de 30 jugadores

Marisa Alija, una abogada que triunfa como representante de jugadores

Marisa Alija, una abogada que triunfa como representante de jugadores / SPORT

Joaquim Piera

Joaquim Piera

En un mundo de masculinidad extrema y testosterona, como es el fútbol profesional, Marisa Alija ha sido capaz de crear su propio espacio profesional, ganarse el reconocimiento de jugadores y dirigentes y convertirse, indiscutiblemente, en la representante más poderosa en un mercado, tan protagonista, como siempre es el brasileño. La suya es una historia de éxito que sigue escribiéndose día a día.

Aplicando el triple pilar de “conocimiento, experiencia y resultado”, esta abogada de 47 años, hija de un emigrante leonés de La Nora del Río establecido en Brasil, maneja una cartera de más de 30 jugadores, entre profesionales y en edad de formación. Ya ha asesorado a futbolistas como Robinho, Hulk (el mejor jugador de Brasil em 2021), Zé Roberto o el añorado Cleber Santana (ex del Mallorca y el Atleti) fallecido en la tragedia de la Chapecoense. Ahora, gestiona, la carrera de alguna de las mayores perlas del país, como el extremo Ángelo (Santos FC).

Marisa Alija con una camiseta firmada por 'O Rei' Pelé

Marisa Alija con una camiseta firmada por 'O Rei' Pelé / SPORT

Dos décadas atrás, entró en el fútbol profesional como abogada especializada en contratos. Asesoró a la Portuguesa, un tradicionalísimo club paulista ahora en horas bajas. Estuvo en el Clube dos 13, organización ya extinta que defendía los intereses de las principales entidades de Brasil, y trabajó para el bufete de Paulo Rogério Amoretty , expresidente del Internacional, fallecido en un accidente aéreo en el aeropuerto de Congonhas (Sao Paulo) en 2007.

TRABAJAR BAJO UNA PRESIÓN INFINITA

“Fui pionera en un mundo muy machista donde nunca me arrugué, aún hoy, muchas veces soy la única mujer en las reuniones y conseguí ganarme el respeto porque supe demostrar mi valor profesional. No es fácil”, explica a SPORT.

Sabiendo que era observada con lupa, por el hecho de ser mujer, Marisa Alija, desarrolló toda su carrera profesional “trabajando con excelencia, sin margen para el error para no dar munición a aquellos que no me querían”. Y se preparó. Fue el primer letrado brasileño que estudió en el extranjero un máster de derecho deportivo internacional, en su caso en el INEFC (Institut Nacional d’Educació Física de Catalunya).

Abrió caminos. También fue precursora al ser el primer abogado de su país en presentar un procedimiento jurídico en la corte de Suiza y conseguir una decisión en el Tribunal Arbitral del Deporte (TAS), que evitó la pérdida de puntos y, el consecuente, descenso del Corinthians. 

EL PUNTO FUERTE DE SER ABOGADA

Uno de sus grandes diferenciales es, sin duda, proceder del área jurídica. “Nunca me dejé impresionar por todo lo que conlleva la fama y el mundo de celebridades asociada al fútbol, yo lo concibo desde el punto de vista profesional y de negocio, por eso, tengo los pies en el suelo”, afirma.

Una de sus máximas, a diferencia de otros colegas, es “no abandonar nunca” a un jugador que, por los motivos que sea (lesiones, bajo desempeño, estagnación…) no llegará al nivel que su actual club o ella misma preveía. “En estas situaciones, hago todo lo que está a mi alcance para recolocarlo para que pueda seguir con su carrera”, señala. 

Marisa Alija lleva una carrera de éxito en un mundo muy competitivo

Marisa Alija lleva una carrera de éxito en un mundo muy competitivo / SPORT

En el entendimiento de su labor como representante y gestora de carrera, la relación con todos sus jugadores se fundamenta em “la confianza y en la transparencia” porque “solo, de esta manera, es posible crear complicidades con el entorno familiar de los futbolistas siempre trabajando dentro de unos límites éticos que no son negociables”.

“Como abogada que soy –añade- intento explicar siempre de la forma más clara, pedagógica y directa las causas y las consecuencias que puede acarrear cada acción”.

Su obsesión personal es “la mejora continua” de los futbolistas que representa. “Mi mayor ambición es que mis jugadores siempre luchen por su éxito y que quieran más y más dentro de unos valores éticos y de honestidad”, apunta.

Sin haber sido nunca un objetivo en su carrera, sino una consecuencia, Marisa Alija ha abierto puertas para las mujeres en un espacio hasta ahora inalcanzable. Su consejo para quien quiera seguir sus pasos es claro: “las mujeres podemos obtener un lugar de relevancia en el fútbol, así como en cualquier otro segmento profesional, con trabajo duro, con dedicación y comprometimiento, buscando siempre fuentes de conocimiento, y actuando con transparencia, honestidad y con excelencia”.