Polémica con el color de la futura camiseta de la Seleçao

Era previsible lo que está ocurriendo. La decisión de Nike, que la Confederação Brasileira de Futebol aprobó, de abandonar temporalmente el azul de la segunda equipación de la Seleção por una opción que no hiciera ninguna referencia a los colores de la bandera brasileña, ha creado una gran polémica en el 'país do futebol'.

La Seleçao se carga el azul

Ha caído como una bomba la exclusiva de la web Footy Headlines, especializada en filtraciones sobre equipaciones futbolísticas, que Brasil se vestiría de rojo.

El tema se ha convertido prácticamente en una cuestión de Estado. El intenso debate en las redes sociales y en los medios de comunicación gira en torno a por qué se adoptará un color que nada tiene que ver con la identidad de la Seleção, aunque esta utilizara el rojo durante el Sudamericano de 1936, en Argentina.

No son pocos los que apuntan que la CBF se ha decantado por el rojo, asociado al Partido de los Trabajadores (PT) del presidente Lula da Silva y a la izquierda brasileña, para que los sectores más progresistas del país recuperen la sintonía perdida con la Seleção durante estos últimos años.

Y es que la camiseta 'verdeamarela' se ha transformado en uno de los símbolos utilizados por la extrema derecha brasileña. Empezó su instrumentalización política en las manifestaciones masivas que acabaron siendo claves para el impeachment de la presidenta Dilma Rousseff (PT) en 2016. Y, posteriormente, la acabó 'secuestrando' Jair Bolsonaro y la ultraderecha.

Según esta teoría, la CBF se asegura un aumento de ventas el año en el que hay Mundial y elecciones presidenciales, porque, por separado, cada uno de los dos uniformes agradaría, y mucho, a una de las dos partes de un país polarizado.

Se desconoce cómo será el diseño de esta segunda equipación, que será presentada en el primer trimestre de 2026 y que Brasil, que ya tendrá a Carlo Ancelotti como seleccionador, vestirá por primera vez en la fecha FIFA del mes de marzo, la última antes del Mundial estadounidense.

Sin embargo, ya se ha publicado que el rojo será “vibrante y moderno”, con el objetivo de que cautive al público más joven en un Mundial donde se espera que todas las selecciones presenten uniformes muy audaces y disruptivos.

Medios brasileños apuntan que la camiseta roja también tendrá ribetes negros, más parecidos a topos que a rayas, que también se extenderán a los pantalones.

Otra de las grandes novedades de esta segunda equipación de Brasil será la sustitución del logotipo de Nike por el de la marca Jordan, algo que, por ejemplo, ya ocurre en clubes como el PSG y que también será adoptado en toda la línea de ropa de paseo.

El próximo Mundial será, pues, el primero en el que Brasil utilizará un uniforme que no hace referencia a los colores presentes en su bandera.

Hay que recordar que la adopción del azul como segundo uniforme se produjo en la final del Mundial del 58, por la coincidencia de colores con Suecia, que era la anfitriona. Como la camiseta dio suerte, ya que Brasil obtuvo su primera estrella, se mantuvo como segunda equipación en todas las Copas del Mundo... hasta la de 2026.