México y Gerardo Martino se proclaman campeones de la Copa Oro

Hace 12 años en el Soldier Field en Chicago, los Estados Unidos consiguieron su única victoria en finales de la Copa Oro ante México, sin embargo, la edición del 2019 no contó con la misma suerte para los anfitriones debido a que con la solitaria anotación de Jonathan dos Santos, México se impuso 1-0 para ganar el undécimo trofeo de la Concacaf.

Estados Unidos tuvo las más claras del juego, aunque la tenencia de la pelota y el fútbol aparecieron del lado del equipo de Gerardo Martino, que intensificó su dominio en la parte complementaria y tras avisar varias veces, logró encontrar el tanto de la diferencia.

El primer disparo lo hizo dos Santos a la ubicación de Steffen al primer minuto, pero instantes después Pulisic se metió hasta el área chica en donde Guillermo Ochoa alcanzó a desviar con la pierna. Más tarde, Altidore realizó la jugada individual y falló en el área grande con el disparo que se fue desviado.

Pasada la media hora de juego, un error en la comunicación de la zaga mexicana por poco era aprovechado por Paul Arriola al sacar el disparo que se fue ligeramente por un costado.

En el segundo tiempo, Andrés Guardado evitó el primero del juego al sacarla sobre la línea de gol tras el cabezazo de Morris.

A partir de entonces, México se adueñó de la pelota y el factor clave llegó desde el costado de la derecha donde pudo ser profundo. El primer aviso aconteció al minuto 63 cuando Edson Álvarez le pegó machucado, aunque Raúl Jiménez alcanzó a meter el punterazo que se fue abierto. Cuatro minutos después, dos Santos metió la diagonal retrasada en donde el delantero del Wolverhampton no pudo contactarla de buena forma.

Llegó el invitado

En una de las mejores jugadas en asociación del ‘Tricolor’ en el certamen ocurrió cuando Pizarro se la dejó a Jiménez que, de espaldas al marco tiró el tacón para que Jonathan dos Santos la mandara al ángulo, metiendo el único tanto del partido.

Sobre la recta final el anfitrión apretó pero sin mucha insistencia, aunque en la más clara Ochoa se tuvo que emplear en dos ocasiones para resguardar su portería.