¿Messi y Maradona, en los billetes argentinos?

Maradona se asomó al balcón de la Casa Rosada

El argentino visitó al presidente de Argentina, Alberto Fernández y levantó una réplica miniatura de la Copa del Mundo que ganó en México 1986 / Perform

Verónica Brunati

La crisis económica que vive Argentina ofrece noticias prácticamente todos los días. Una de las últimas la dio Miguel Pesce, presidente del Banco Central (equivalente al Banco de España), al afirmar que dentro de algunos meses la entidad que dirige emitirá billetes con nuevos diseños “y seguramente alguno de mayor valor”. Ahora mismo el más grande es de mil pesos, pero la inflación galopante exige aumentar la cifra para otorgarle a la gentemás comodidad en los pagos.

La información no tendría sentido que estuviera en un periódico deportivo, pero Pesce agregó que en la nueva serie de billetes se reemplazarán los animales emblemáticos de la fauna nacional que los ilustran actualmente por figuras “que representen valores sociales”, y es ahí donde la cuestión comienza a acercarse a las páginas de fútbol.

Para entender esta historia nada mejor que narrar la sucesión de los hechos. El pasado 25 de diciembre, apenas diez días después de que un nuevo gobierno asumiera el mando del país, un usuario de Twitter (@pablocarballido) sugirió emitir billetes de curso legal con las imágenes de Diego Maradona. Eventualmente propuso otro con las deLionel Messi. Su idea no era homenajear a dos de los más grandes jugadores que dio el país, sino convertirlos en un objeto de colección que se pudiera adquirir a cambio de los dólares que Argentina necesita para saldar su cuantiosa deuda externa. Su cuenta de la lechera establecía que si se emitía un billete de 10.000 pesos (143 euros al cambio oficial) y 50 millones de personas en el mundo quisieran tenerlos, el país recaudaría más de siete mil millones de euros sin hacer grandes esfuerzos.

La propuesta pasó casi inadvertida, pero al día siguiente el presidente Alberto Fernández, reconocido hincha del Argentinos Juniors, club de origen de Maradona, recibió al astro y actual entrenador del Gimnasia y Esgrima La Plata en la Casa de Gobierno. Ahora, finalmente, se anuncia que habrá nuevos rostros en los billetes en el transcurso de este año. Es entonces cuando aquella idea que parecía descabellada vuelve a cobrar fuerza: ¿sería posible guardar las caras de Maradona o Messi en la cartera y usarlas para pagar en el supermercado?

De solo mencionarlo, el tema ya ha levantado varias ampollas, sobre todo por el lado de Maradona. Idolatrado hasta la exageración por la mayor parte de los forofos argentinos, Diego también genera urticaria en buena parte de la población. Su relación con las drogas, la conflictiva relación que ha mantenido con sus sucesivas mujeres y con los hijos que fueron apareciendo en diferentes lugares del planeta, su posición política cercana a los Kirchner y aNicolás Maduro, el mandatario venezolano, su amistad con los fallecidos líderes Fidel Castro y Hugo Chávez, sus desplantes y manifestaciones altisonantes le han convertido en enemigo acérrimo de otro amplio sector de la población, que por supuesto no aceptaría su presencia en un billete ni aunque fuese a cambio de todo el oro del mundo.

Por el momento, el tema no supera el rango de conjetura, una especie de juego mediático sin demasiado sustento. Pero así como el presidente Fernández mostró su agrado para que escritores como Jorge Luis Borges, Julio Cortázar y Ernesto Sábato aparezcan en monedas y billetes, el comité que se encargará de decidir quiénes serán en poco tiempo más los y las protagonistas que los argentinos verán todos los días a la hora de pagar y cobrar sus cuentas bien podría decidir que Maradona (y/o Messi) fuesenalgunos de ellos.

En su reciente visita a la Casa de Gobierno, el capitán de los campeones del ’86 fue invitado a salir a uno de los balcones que dan a plaza de Mayo, tal como ocurrió en la celebración por el festejo de aquel título. Fue una idea de Víctor Hugo Bugge, el fotógrafo oficial de la sede gubernamental, quien quiso revivir la escena de aquella tarde de fiesta frente a una muchedumbre exultante de alegría. Bugge incluso compró una réplica de la Copa del Mundo para darle más realismo a su foto. Maradona se asomó al balcón y unas 200 personas, que se habían enterado de su inminente aparición, le esperaron bajo el ardiente sol del verano para vitorearle como hace 34 años, demostrando una vez que su carisma se mantiene inmune a las críticas.

La vida de Maradona, quien cumplirá 60 años en octubre, ha sido impredecible y siempre estuvo plagada de sorpresas. Ser la imagen de un billete de curso legal sería el homenaje que le falta, la guinda de un postre incomparable.