Messi, el líder de la renovación de la Albiceleste

El capitán lidera una Selección Argentina con un recambio importante respecto al plantel que disputó la última Copa del Mundo en Rusia. Scaloni tendrá que encontrarle un equipo para potenciar al Diez, una vieja deuda de la Selección Argentina

Veronica Brunatti

La frustración sufrida en el Mundial de Rusia se llevó por delante a la generación que acompañó a Lionel Messi en gran parte de su ciclo en la Selección Argentina. Ya no estarán en la Copa America de Brasil ni Javier Mascherano, ni Lucas Biglia, ni Sergio Romero, Ever Banega y tantos otros, y le tocará al crack ser el líder de un grupo plagado de jóvenes que en la mayoría de los casos harán su debut en una competencia en el torneo continental. 

Rusia 2018 significó la despedida definitiva para muchos futbolistas que fueron compañeros de Messi desde las selecciones juveniles y que llegaron a las finales del Mundial de Brasil 2014 y las Copas Américas de Chile 2015 y Estados Unidos 2016. Y un total de 12 jugadores de aquella generación salieron del radar de Scaloni para la Copa América de Brasil, más de la mitad de los 23 convocados. 

Esta nueva situación plantea un escenario diferente para Messi: es el lider de un equipo en formación. Y sus compañeros sienten un respeto excesivo por él, que muchas veces se replica en la cancha en las dudas acerca de qué decisiones futbolísticas tomar para generar el entendimiento con el crack. 

“Leo necesita un equipo y el equipo necesita de él. Eso debe ser normal. Acá necesita de sus compañeros. Y todos necesitamos un equipo, el compromiso, las ganas de ganar, de hacer algo, siempre hablando y pensando en plural. Y Messi es el primero que lo sabe, el primero que necesita de sus compañeros”, repite Scaloni, quien reconoce que el Diez es una figura tan grande que su aura inhibe a sus compañeros.

Por eso estos días de convivencia son trascendentales para romper el hielo y que los futbolistas se habitúen a convivir con él, se arme un grupo sólido fuera de la cancha que se replique en el entendimiento con el crack y la pelota dentro del campo de juego.

Fue Messi quien entendiendo esta situación se acercó a uno por uno de sus nuevos compañeros. Rompió el hielo y quiso saber cómo estaban cada uno, les consultó sobre sus familias y el balance de su temporada.  Leo trata de transmitir en cada entrenamiento que él los va a ayudar a ganar pero a su vez necesita sentir que sus compañeros lo van a ayudar a ganar y él. Por eso aprueba en los ensayos a los jugadores que toman buenas determinaciones, y se toma el tiempo para explicar cómo resolver mejor algunas acciones. 

La pelota la maneja él pero necesita que sus compañeros se muevan, busquen los espacios y estén perfilados para recibir y tomar las mejores determinaciones.

Argentina necesita que el crack maneje los hilos del juego, pero que pase más tiempo en el área que fuera de ella. Y para eso se necesita que sus compañeros se muevan, arrastre  marcas, se animen a jugar con él y para él. 

“El ya rompió el hielo. Sabe que tiene un rol mucho más protagónico y que es el lider absoluto. Pero los demás tienen que acercarse a él y naturalizarlo, porque es un chico normal, que tiene el mismo deseo de ganar esta Copa como todos”, cuenta a Sport un integrante del cuerpo técnico.

Leo sabe que es el lider de una nueva generación que puede hacer historia. Y está compenetrado en este nuevo rol y en el objetivo de ganar la Copa America. Scaloni y su cuerpo técnico tendrán la responsabilidad de crearleas condiciones, un equipo que potencie su fútbol, una vieja deuda de la Albiceleste.