Igor Juliao, la voz de la conciencia del fútbol brasileño

El lateral tricolor celebró el golazo del triunfo en el Fla-Flu homenageando la postura de su club en la pandemia

Igor Juliao, que levantó el puño derecho cerrado, criticó duramente los protocolos de aislamiento de la CBF

Con este gesto de crítica social, Igor Juliao celebró su gol en el Fla-Flu

Con este gesto de crítica social, Igor Juliao celebró su gol en el Fla-Flu / Divulgaçao

Joaquim Piera

Joaquim Piera

Igor Juliao, lateral derecho del Fluminense, convirtió la celebración de su golazo, que dio la victoria a su equipo (0-1) en el Fla-Flu correspondiente al Campeonato Carioca, en un gesto político reivindicativo. Alzando su puño derecho cerrado, el jugador del Tricolor quiso aplaudir la postura de su club durante la pandemia del Covid-19 y, al mismo tiempo, criticar los procedimientos adoptados por la CBF, el máximo organismo del fútbol brasileño.

"Lo hice inspirándome para exaltar la postura que el Fluminense ha tenido durante toda la pandemia. El equipo que uno escoge ser aficionado también es un acto político", expuso el futbolista, conocido por sus ideas progresistas y abiertamente de izquierdas.

"Sabemos cómo es difícil la situación, incluso con el protocolo equivocado que la CBF adopta con nosotros, haciendo que los futbolistas viajen en vuelos regulares durante todo el año. Es por eso que quise destacar la postura del Fluminense durante la pandemia porque no todo están teniendo una postura coherente", añadió

Las declaraciones de Igor Juliao llegan días después que la CBF decidiera mantener todas las competiciones en curso, a pesar de que el gigante sudamericano atraviesa su peor momento en la pandemia de Covid-19 con un promedio de 1.831 muertos diarios la última semana y con una media de 66.200 casos cada 24 horas en la última semana.

En Brasil ya se han superado los 278.000 muertos y los 11.500.000 casos en un año. Unas cifras monstruosas, que podrían ganarse el apelativo de genocidio, ya que no son fruto del acaso sino una consecuencia directa del desgobierno del ultraderechista Jair Bolsonaro, que se ha ganado a pulso pasar a la historia por ser el peor presidente del planeta en la gestión de la pandemia.

Bolsonaro no solo es un negacionista fanático sino que lleva un año boicoteando las medidas de aislamiento social promovidas por los gobernadores. Aún hoy tiene la desfachatez de hacer campaña contra el uso de las mascarillas y a favor de la cloroquina como medicamento de prevención, cuando toda la comunidad médica internacional lo desaconsejan por su ineficacia científicamente comprobada. A todo ello hay que contar su premeditada no-compra de vacunas. "Hay idiotas que dicen vete a comprar vacunas, solo si es en casa de tu madre", gritó días atrás el presidente en un mitin cuando el país batía el récord de muertes.

El escenario actual en Brasil es de desolación, miedo, hospitales desbordados y caos en que fanáticos bolsonaristas incluso amenazan de muerte a la cardióloga  Ludhmila Hajjar, que estaba en Brasilia para reunirse con el presidente y poder asumir el ministerio de Sanidad. El motivo de un linchamiento verbal que se ha extendido a la redes sociales se debe porque simplemente esta doctora que trabaja en la línea de frente defiende la implementación medidas sanitarias racionales.

Igor Juliao, una excepción ante los silencios cómplices

El mundo del fútbol sigue omiso a la realidad pandémica brasileña. El Campeonato Paulista ha sido suspendido durante 15 días, pero la federación local y os clubes intentan driblar la situación llevando los partidos a otros Estados. Los jugadores, alienados en su gran mayoría, siguen con sus videojuegos y su silencios cómplices o dedicados a comentar el Big Brother, con una audiencia millonaria. No todos, Igor Juliao alzó la voz y aportó un poco de luz y coherencia. Convirtió un Fla-Flu descafeinado, ya que los futbolistas principales de ambos clubes aún están de pretemporada, en un escenario de reivindicación, todo gracias a su tremendo golazo, digno del Maracaná.

Si se echa un vistazo a sus redes sociales, se percata rápidamente que es compatible ser futbolista profesional y mojarse públicamente ante la barbarie que asola actualmente Brasil. Su compromiso no es un modismo. En 2018, fue a votar en la segunda vuelta de las presidenciales con una camiseta de Marielle Franco, la concejal de Ayuntamiento de Río de Janeiro, asesinada a balazos junto a su chófer el 14 de marzo de aquel mismo años presuntamente en manos de paramilitares, a quién ha defendido tanto Jair Bolsonaro como toda su familia a lo largo de su vida política.